Fabián Bustos es entrenador de Barcelona SC desde 2020. (Foto: Agencias)
Fabián Bustos es entrenador de Barcelona SC desde 2020. (Foto: Agencias)

Los últimos once años de su vida, Fabián Bustos pasó más tiempo en Ecuador que en la tierra que lo vio nacer, Argentina. Y es que el entrenador de solo ha sabido dirigir a equipos norteños. Desde que tuvo su primera experiencia en Manta el 2009, el estratega cordobés construyó y consolidó su carrera en el vecino país.

Tras ganar dos títulos nacionales, uno de ellos con el conjunto ‘canario’, quiere empezar a sonar en el extranjero. Por ello es consciente de que la es la vitrina perfecta para esta internacionalización. La temporada pasada dejó la valla bastante alta, llegando a las semifinales del certamen. Por ese motivo, hoy la obligación es instalarse como mínimo en la fase de grupos. Para ello tendrán que dejar en el camino a , su siguiente rival copero.

Sus primeros toques

Fabián Daniel Bustos Barbero (Córdoba, Argentina; 28 de marzo de 1969) empezó en el mundo del fútbol como jugador de San Lorenzo, que milita en la liga cordobesa. En dicha institución se mantuvo entre 1986 y 1990. Luego vivió su primera experiencia en el extranjero cuando firmó por un año con el Nacional de Uruguay. Lo que vino a continuación fueron pasos poco fructíferos por clubes de primera y del ascenso argentino, hasta que nuevamente se le abrieron las puertas del exterior.

El ‘Toro’ arribó a Ecuador en el 2000, siendo contratado por el Deportivo Quito. Tuvo actuaciones muy recordadas hasta hoy en día, sobre todo en los clásicos frente a Liga de Quito. Esto le valió para mantenerse en el balompié ecuatoriano. Se calzó las camisetas de Manta, Macará y Deportivo Saquisilí. En 2004 pegó la vuelta a su tierra, retirándose dos temporadas más tarde en el Club Atlético Estudiantes de Caseros. Su etapa como futbolista tuvo una vigencia de 18 años, la cual podría describirse como una carrera aceptable, más no deslumbrante.

El banquillo en el norte

Desde antes de colgar los botines, Fabián Bustos tenía claro cual sería su siguiente paso en el mundo del fútbol: la dirección técnica. Después de tres años (2009) de preparación y aprendizaje le llegó su primera oportunidad. Manta, equipo que lo había tenido hace tan solo pocos años como futbolista, apostó por él para que lleve las riendas de su club. Para ser su primera experiencia no le fue nada mal, registrando un 41 % de efectividad, logrando salvar el descenso.

Imbabura (2011), Técnico Universitario (2012), Macará (2012-2013), Manta (2013), Liga de Portoviejo (2014), también los tuvieron en el banquillo. Hasta que llegó a Delfín SC, conjunto que por aquel entonces militaba en la B. No solo consiguió el ansiado ascenso, sino que y también armó una base sólida para que el equipo se mantenga en la máxima división, llegando a dispu­tar la Copa Libertadores y tres finales nacionales. Aquel fue su primer gran logro como DT.

Nuevas funciones

Las destacadas campañas que realizó con Delfín lo llevaron a ocupar un nuevo cargo en el ‘Cetaceo’. Esto ocurrió a finales del 2016, cuando la institución no se encontraba en su mejor momento deportivo. Durante su primer periodo gestionó la contratación de Guillermo Sanguinetti, quien dos años antes había dirigido a Alianza Lima.

Asimismo, también priorizó armar un plantel totalmente competitivo. Los resultados no tardaron en llegar. Los de Manta terminaron como subcampeones del campeonato 2017 y consiguieron su primera clasificación a la Copa Libertadores. Un éxito rotundo.

Para la siguiente campaña se mantuvo en el cargo hasta el mes de abril, cuando se decidió que Fabián Bustos ocupe el lugar de Sanguinetti en la dirección técnica. El 2019 se despidió del Delfín SC con su primer título en primera división y el segundo con esos colores. Barcelona lo esperaba con los brazos abiertos, donde se mantiene hasta hoy en día.

Todo queda en familia

El apellido Bustos no es ajeno en nuestro país. Carlos, hermano de Fabián, es el entrenador de Alianza Lima. Se llevan solo tres años y mantienen una estrecha relación. Pese a que se ven muy poco, por sus distintos compromisos labores, siempre se juntan para pasar las fiestas de fin de año. El lugar del reencuentro siempre es su natal, Córdoba.

En más de un oportunidad han dejado en claro que tienen el sueño vigente de dirigir algún día juntos, y que mejor que al club por el cual guardan un gran cariño, Central Córdoba. Saben que el tiempo los terminará juntando, mientras cada uno sigue recorriendo su propio camino en el mundo del fútbol.


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