“Cuando pregunté quiénes patean los penales, Kenji Cabrera dijo yo pateo el primero”, afirmó el entrenador Pablo Lavallén tras el tirunfo de Melgar frente a Internacional de Porto Alegre en Beira Rio. Y es que al atacante de 19 años no le temblaron las piernas para pararse al frente del balon ante más de 40 mil hinchas del ‘Colorado’ y abrir la serie que terminaría con la clasificación histórica de los arerquipeños a las semifinales de la Copa Sudamericana.
Con menos de 20 partidos como profesional -debutó en la temporada 2021- el extremo viene siendo unas de las gratas revelaciones del ‘Dominó' a nivel local e internacional. En muy poco tiempo pasó de promesa a realidad. Eso se lo ganó en la cancha, producto de su entrega, trabajo y fortaleza mental. Respondió en situacione extremas. Ahí donde realmente se ve para que están hechos los futbolistas.
EGB, el génesis de su éxito
Kenji Giovanni Cabrera Nakamura nació en Shiga, Japón el 27 de enero del 2003. Sus primeros pasos en el fútbol los dio en la Escuela de Formación y Competencia Esther Grande de Bentín- Sede Rímac. Con tan solo 8 años ya destacaba entre sus compañeros y rivales, así lo recuerda Walter Felix, coordinador del recinto rimense de EGB.
“Desde muy pequeño se le veían grandes cualidades. Si hay que destacar es que siempre ha manejado los dos perfiles. Ahí marcaba la diferencia. Eso si, teníamos claro que nuestra tarea era terminar de formarlo técnicamente y tácticamente. En cada torneo que competíamos siempre salía premiado”.
Su talento fue rápidamente captado por el Centro de Alto Rendimiento EGB. Esto ocurrió durante un campeonato entre las distintas sedes de dicho club a lo largo de Lima. Cabrera marcó claras diferencias y guió a su equipo hacia la final. Esta fue entre Rímac y Callao. El marcador favoreció a los ‘chalacos’ por 7 a 6. Aquella vez el pequeño Kenji sufrió su primer revés deportivo, pero que vino acompañado de un llamado para entrenar en el famoso complejo de Lurín.
Bicampeón nacional
Aunque ya formaba parte de EGB central, guardaba un gran cariño por la sede que lo formó. Es así que siempre se daba el tiempo para ir a visitarlos e incluso compartir entrenamientos bajo las órdenes de su ‘profe’ Walter Félix. El lazo con este personaje terminó siendo tan fuerte que la madre de Kenji le pidió que la ayude para el traslado de su hijo hacia el colegio Ricardo Bentín. Todo esto porque en dicha institución el DT también ejercía funciones desde el banquillo.
El emblemático e histórico colegio lo acogió entre segundo y cuarto de secundaria. Entre sus principales logros consiguió salir campeón de los Juegos Deportivo Escolares Nacionales 2017, compartiendo equipo con jugadores que hoy también dan que hablar como Marlon Perea (Sporting Cristal) y Quembol Guadalupe (Orlando City).
El último año de secundaria lo realizó en Arequipa, ciudad que no solo lo vio culminar sus estudios, sino también donde finalizó su formación como jugador. Talent School, centro educativo que tiene convenio con Melgar, le abrió las puertas de sus aulas. Al igual que en el Ricardo Bentín, Kenjo volvió a romperla en los Juegos Deportivo Escolares Nacionales (2019) y sumó su segundo título. Poniendo fin a su etapa escolar por todo alto.
De paso por La Victoria
Entre su etapa entre Esther Grande de Bentín y FBC Melgar, Kenji Cabrera registra una breve estadía por Alianza Lima. Cuando EGB estaba por disolverse, se llegó a un acuerdo para que varios de sus chicos vayan a préstamo a Sport Boys. Esa era la idea inicial. Sin embargo, problemas económicos impidieron que esto suceda.
Doña Catita Bentín no quiso dejar en el aire a sus jugadores y llegó a un convenio con los blanquiazules. Llegó para integrar el equipo Sub 15 que disputó el Torneo Centenario 2018. Tuvo como compañeros a jugadores del actual plantel victoriano como Sebastien Pineau y Luis Navea. Al poco tiempo decidió aceptar una propuesta de Melgar y se mudó hasta el sur del país para continuar con su carrera.
El proyecto Valencia
Uno de los principales aciertos deportivos de FBC Melgar estuvo en nombrar a Marco Valencia como Jefe de la Unidad de las Divisiones Inferiores. Volcó toda su experiencia en el fútbol formativo para darle una estructura sólida al cuadro rojinegro a mediano plazo.
Entre sus principales gestiones destaca el haber nutrido al ‘Dominó' con jóvenes de mucha proyección que tuvo bajo su mando en Esther Grande de Bentín. Actualmente ocho integrantes son parte del plantel de Pablo Lavallén: Alexis Arias (1995), Elias Ramos (1998), Alec Denemostier (1999), Freddy Oncoy (2000), Pedro Ibáñez (2001), Ricardo Bettocchi (2001), Jefferson Cáceres (2003) y Kenji Cabrera (2003). La lista continúa con valores que se encuentran a préstamo durante la temporada 2022 como Michael Rasmussen (1999) en Carlos Stein y Leonardo Mifflin (2000) en UTC.
Hoy el ‘Poryecto Valencia’ se enfoca más en la formación que en la captación. La idea es que en algunos años el equipo rojinegro termine jugando con jóvenes de la zona. Quieren sumarle si o si la dosis de identidad a un club que es sinónimo de su ciudad. Ya son decenas de chicos que vienen marcando su camino rumbo a la profesionalización. Motivación tienen de sobra. Son llamados a ser los futuros cracks de unos los clubes sensación de Sudamérica. ¡Todo queda en sus pies!
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