A inicios de la década de los 90, un polifuncional jugador argentino fichó por Alianza Lima tras haber posado, a su llegada al Perú con camiseta de Universitario de Deportes. Esa es la forma como muchos recuerdan a Gustavo De Lucca, ex jugador de fútbol que confesó un hecho peculiar en su vida: es uno de los sobrevivientes de la Guerra de las Malvinas entre Argentina y Reino Unido.
Un día como hoy, hace 35 años, Argentina decidió iniciar la Guerra de las Malvinas ante Reino Unido buscando recuperar las tierras perdidas en 1883, año en que los europeos decidieron invadir las islas. Lo hicieron con todo, llamando a todos los hombrea capacitados para luchar, y entre ellos se encontraba un jovencito Gustavo De Lucca, que jugaba en la reserva de River Plate y que luego llegaría a Perú.
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"Cuando se toman las Malvinas el 2 abril (de 1982), citan a la clase 62', a los que habíamos hecho el servicio militar el año anterior. Hubo que presentarse al regimiento, pero nadie sabía si iba a ser trasladado o no. Nos dieron ropa especial para el sur (zona fría) y había simulacros de salida. Hasta que un día se salió. Yo llegué a las Islas el 9 de abril", contó el exjugador de Alianza Lima y de las inferiores de River PLate al portal La Página Millonaria.
A De Lucca lo hicieron dormir en la zona por donde los ingleses supuestamente entrarían, pero no fue así, por lo que su momento de entrar en pelea fue en la última parte. "Pensábamos que los ingleses iban a bajar en Puerto Argentino, donde teníamos 10.000 soldados. Sin embargo, bajaron en medio de las dos islas, en Bahía San Carlos donde habían 200 soldados uestros que resistieron hasta que hubo que retroceder. La parte más cruenta en sí fueron los últimos cuatro días. Ahí sí fue todos contra todos", recuerda.
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Gustavo De Lucca también recuerda que los ingleses estaban mejor preparados: "eran menos, pero con mejores armas". Volvió a su país tras la guerra y lo hizo con "algunas heridas chicas, esquirlas y una perforación de tímpano". Las secuelas serían difíciles, pero tenía una salida: el fútbol.
"Me sugirieron que volviera lo más rápido posible. Volví enseguida a los entrenamientos de River. Llegué a jugar 6 partidos más en Reserva. A fin del año 82 estaba lesionado y River me dejó libre", señaló el volante que llegó a LIma, se puso la blanquiazul, anotó unos cuantos goles y se fue sin pena ni gloria, pero con el reecuerdo de una sangrienta guerra que Argentina perdió.
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