A lo largo del campeonato, Alianza Lima se caracterizó por ser un equipo que genera poco, pero, cuando llega, anota. Con muchos o pocos hombres. Por arriba o por abajo. Con el zapatazo de Luis Aguiar o Rinaldo Cruzado. O con la cabeza de Gonzalo Godoy en el último minuto. Y con eso le bastó.
¿Criticado? Sí, mucho. En tanto, pocos aprecian la inteligencia con la que supo controlar sus partidos. Por supuesto, fueron cautos, silenciosos y unos convencidos de que la ‘guerra’ no se gana improvisando, sino desde la planificación y el convencimiento. Mejor dicho, desde las aulas. Y para ello, las clases del ‘profe’ Pablo Bengoechea fueron fundamentales.
1. Mantener el orden defensivo
Ese es el gran mérito de Alianza. Es el segundo equipo menos batido del campeonato. Apenas le marcaron 11 tantos. Aquí, Leao Butrón es el protagonista de la película. Sus intervenciones fueron determinantes – al menos- en los últimos 8 encuentros que disputó. Sacó de todo y todo lo hizo bien. Claro, todo ello, apoyado por una defensa a la que no le sobra nada, porque aún necesita alimentarse de sus volantes centrales para mantener el orden en el fondo.
Totalmente alejado de la fórmula del ‘ratoneo’, Alianza Lima deberá ser paciente y, sobre, inteligente para priorizar el control sobre la recuperación. Agitarse más de la cuenta en a 2 mil 637 metros de altura de Cutervo podría ser un craso error.
2. Contragolpe, la fórmula eficaz
En los últimos tres partidos que jugaron de local, los de Óscar Ibáñez cedieron puntos precisamente por esas ganas de proponer para asfixiar al rival desde los primeros minutos. Por ejemplo, contra San Martín, su último rival, ganó rompiendo líneas en una defensa adelantada y dudosa en el uno contra uno.
Aquí, Bengoechea podría sacar provecho por las bandas con Erinson Ramírez, Kevin Quevedo o Alejandro Hohberg, los tres hombres que se encargan de explotar por los carriles y, sobre todo, jalar marcas para que los especialistas Luis Ramírez o Cruzado filtren un pase al hombre de área.
3. Patear desde fuera
Tomando como referencia los partidos típicos que se desarrollan en la altura, las defensas locales se adelantan para neutralizar el ataque de manera rápida. De hecho, a lo largo del campeonato, Alianza fue un especialista en este caso. Ganó un clásico con dos zapatazos gestados desde fuera del área. Y un poquito más atrás, Luis Aguiar le rompió el arco a Exar Rosales en el propio Cutervo, en lo que significó una victoria inteligente de los íntimos sobre Comerciantes Unidos.
4. La hinchada empuja
Jugar con la presión del calor popular es un factor que te puede desesperar, como lo hizo Alianza en el empate inesperado en casa ante el colero Cantolao; o te puede empujar a la victoria, como lo hicieron los íntimos para sacar voltear un encuentro que parecía perdido ante San Martín.
El estadio Juan Maldonado Gamarra de Cutervo será blanquiazul. De eso no hay duda, y los de Bengoechea tendrán que saber controlar tan locura y amor junto.
Conoce por dentro y por fuera el estadio donde Alianza Lima podría dar la vuelta [VIDEO]