La Noche Blanquiazul tuvo de todo: color, fiesta, emoción. Y Hernán Barcos se encargó de darle algo más para que el ambiente fuese completo: el gol. Con doblete del ‘Pirata’, Alianza Lima venció 2-0 a Once Caldas y logró su primera victoria bajo el mando de Alejandro Restrepo. Este fue el mejor partido de un equipo que luce renovado, con otra dinámica, intenso y rápido. Seguramente hay cosas por mejorar, pero lo que se vio anoche en el Estadio Nacional genera ilusión. Desde refuerzos que estuvieron por encima de las expectativas -como Adrián Arregui, Catriel Cabellos y Kevin Serna-, hasta la confirmación de jugadores antiguos que sumarán hacia el objetivo de salir campeón nacional.
De menos a más
Pero vayamos al partido. Restrepo confirmó que usará el 3-5-2 como base de su equipo. Lo hizo en los dos amistosos anteriores y lo repitió anoche contra el cuadro colombiano. Sirve, porque acostumbra a sus jugadores a una idea de juego que necesita trabajo y sacrificio. Alianza Lima salió a la cancha con esa mística, una que denotó intensidad y presión alta para complicar al rival. Las piernas estaban frescas y había que aprovechar eso. Cortó espacios, recuperó rápido y buscó el gol de distintas formas. Hernán Barcos y Cecilio Waterman conformaron la dupla de ataque, mientras que Kevin Serna y Ricardo Lagos trataron de alimentarlos desde las bandas para sumar peso ofensivo. Pero el gol no llegó.
Con el pasar de los minutos, la balanza ya estaba del lado blanquiazul. El protagonismo del juego lo tomó el equipo de Restrepo: Adrián Arregui y Aldair Fuentes pisaron arco contrario y estuvieron cerca de romper el marcador. El primero sacó una ‘tijera’ estéticamente hermosa que no encontró red, mientras que el segundo apareció por atrás para conectar un cabezazo que tampoco tuvo éxito. Pero lo más importante fue que ambas jugadas nacieron del balón detenido, un recurso que esta versión de Alianza Lima intenta capitalizar para tomar ventaja en el juego. Catriel Cabellos es el dueño de esas pelotas y una de sus virtudes es esa capacidad para enviar centros con peligro constante.
No obstante, si hubo algo que cuestionarle al equipo en el primer tiempo, fue la imprecisión producto del juego. No es lo mismo jugar rápido que pensar rápido. Lo segundo roza el error y eso lo entendió Jiovany Ramos, quien perdió dos balones desde la posesión que preocuparon a la defensa blanquiazul. El equipo pudo resolver el peligro, y el panameño agarró confianza: impuso su gran despliegue físico, tomó la lanza para pasar al campo contrario y se convirtió en una opción más de pase. Puede sonar arriesgado, pero es su manera de jugar.
Los goles del ‘Pirata’
Lo que vino tras el descanso fue un espectáculo para la tribuna. Alianza Lima volvió de los camerinos dispuesto a lograr lo que no pudo en los primeros 45′. El gol era cuestión de tiempo, porque se sentía superior. Y aprovechando los nueve cambios que metió Once Caldas, Hernán Barcos rompió la paridad. Recuperación rápida de Adrián Arregui en área propia, Kevin Serna atacó con velocidad y asistió al ‘Pirata’, quien por el medio quedó mano a mano con el arquero colombiano y sacó un ‘sombrerito’ para poner el 1-0. Golazo, emoción y explosión de júbilo como consecuencia de eso. Era justo y necesario, porque el combinado de Restrepo ya era muy superior.
Y como si eso no fuese suficiente, otra vez Serna galopó por el medio, pasó entre dos o tres defensores y cayó en el área rival. El árbitro compró el penal y Barcos lo cambió gol. El 2-0 era el premio que todos en las tribunas esperaban para inmortalizar un momento casi divino. El inacabable ‘Pirata’ sigue vigente y abrazado por un grupo de jugadores que cree y confía. Hay unión, aciertos y mucho corazón. Ese sentimiento compartido genera hermandad entre quienes empujan hacia el mismo lado. Alianza Lima se ha convertido en eso: una procesión que respira y siente aliancismo.
Restrepo cambió casi todo el equipo tras la ventaja. Ingresaron Franco Saravia, Gabriel Costa, Bryan Reyna, Jhamir D’Arrigo y algunos ‘potrillos’ que quieren ganarse un lugar en el equipo. Todo suma cuando se trata de armar un plantel. La intensidad bajó, pero el marcador no se movió. Jugando así, Alianza Lima ilusiona al hincha blanquiazul. Hace falta corregir algunos detalles, pero el equipo casi está listo. Solo faltaron Renzo Garcés, Pablo Sabbag y Sebastián Rodríguez. Con ellos, quizá no hay tanto por modificar.
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