En los cálculos de Roberto Mosquera –y de nadie en Matute– no estaba que su 3-5-2 no funcionaría ante Sporting Cristal, como sí resultó en otras jornadas. Y menos que el primer tiempo terminaría con dos goles en contra para Alianza Lima.
Sin embargo, en Alianza Lima entienden que los mayores aprendizajes llegan a través de los tropezones. Y Roberto Mosquera, en pleno partido, se dio cuenta de ello: mandó a Johnnier Montaño, Reimond Manco y Julio Landauri.
¿Qué se ganó con ello? Manejo de balón y fuerza por los extremos. Entonces, la idea es calcar esos mejores momentos para el duelo del domingo, ante UTC en Cajamarca. Que arranquen los tres es una alternativa. Regresar al 4-2-3-1, también.
Lo que busca el técnico de Alianza Lima con esta nueva versión es toques, paredes y goles. Dadas las circunstancias frente a Sporting Cristal, no es difícil creer que los tres la moverán en la altura.
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