Por Jesús Mestas/Luis Cruz
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Para el técnico de Alianza Lima, una pelota parada es como un penal. Es una oportunidad de gol única que hay que aprovechar, ya sea con un centro preciso a la cabeza, un rebote, o cualquier caos que genere un lanzamiento. Es el estilo uruguayo en su máxima expresión y que ya le dio resultados el año pasado, cuando los íntimos salieron campeones.
Y por eso no llama la atención que el DT se haya preocupado en armar un equipo de buena estatura. De hecho, los grones tienen el plantel con promedio de talla más alto del torneo (ver cuadro).
Jales como Tomás Costa (1.86 m), Gianmarco Gambetta (1.91) y Mario Velarde (1.82), así como la continuidad de Gonzalo Godoy (1.86), Carlos Ascues (1.87) y Gabriel Leyes (1.86) elevan el ‘tallarín’ del cuadro victoriano.
Ataque y defensa
Tener jugadores espigados no solo genera más recursos ofensivos en las jugadas de balón detenido, ataques por bandas que terminan en centros, y pelotazos desde el mediocampo, que son la especialidad del conjunto de ‘Bengo’.
También son una carta defensiva, pues Alianza Lima se siente más seguro para las ofensivas rivales aéreas y, además, para ganar las bolas divididas que vienen por arriba o la famosa ‘segunda pelota’.
Es más, el entrenador charrúa se dio cuenta de que necesita a futbolistas altos para los partidos a jugarse este año en zonas de altura, ya que en este torneo habrá ocho clubes que juegan en la sierra, en donde se suele llenar de pelotazos a los visitantes.
Factor copa
Y claro, la otra gran razón para tener un equipo de ‘basquetbolistas’ es que se gana competitividad y fuerza en el nivel internacional. Alianza jugará la Copa Libertadores ante cuadros ‘bravos’ como Boca Juniors y Palmeiras, y mientras menos ‘chatos’ sean sus jugadores gana más presencia.
El equipo de Bengoechea está listo para su debut, este domingo, ante Comerciantes. Y espera dar la talla.
¿En qué posición están los más altos?
Los más altos y los más chatos