Hoy no solo arranca el fin de semana. También inicia la Liga 1 y el fútbol peruano está de fiesta. Recuerdo que la primera vez que mi ‘viejo’ me llevó a ver un partido fue en 1992. Era apenas un niño y el fútbol ya me gustaba gracias al Mundial de Italia ‘90. Antes no lo transmitían en vivo por TV y la radio, la ‘vieja confiable’, nos multiplicaba las emociones gritando goles de todos los partidos en simultáneo, sin saber si eran de tu equipo favorito o no.
Tenías que esperar el domingo por la noche para ver los resúmenes. Pero no había nada como ir al estadio. Era lindo acercarse al Nacional, gigante e imponente, que abría sus puertas desde temprano para ver un triplete. Sí, antes se jugaban hasta tres partidos en un mismo escenario y no pasaba nada. En las tribunas había variedad de camisetas, banderas en los alambrados e instrumentos que le daban vida al espectáculo.
No habían selfies ni redes sociales; pero abuelos, padres e hijos eran felices viendo juntos al equipo de sus amores. Y no pasaba nada malo. Cómo no acordarse de equipos que llevaban pocos, pero bulliciosos hinchas: Yurimaguas, Defensor Lima y San Agustín eran algunos. Los años pasaban y los ‘grandes’ te llenaban la popular y la previa era espectacular: se juntaban en el túnel y entraban todos en ‘mancha’, cantando y revoloteando sus camisetas.
Eso hemos perdido y todos somos responsables. Pero también depende de todos que esto cambie. Alienta a tu equipo, pero respeta al rival. Cuidemos nuestro fútbol y volvamos a ser felices. Que sea un gran 2020 y que vuelva la fiesta del fútbol.