El hincha noventero del ‘equipo del pueblo’ creció festejando los goles de Waldir Sáenz. Su fútbol quimboso y pícaro, el que encendía tribunas, lo catalogó como un atacante con juego de enganche. El goleador histórico de Alianza Lima, con 176 goles en 349 partidos, desfiló en ‘Los Titulares de Puchungo’ a través de Depor. Junto a su excompañero blanquiazul, en el año 1999, contó sus primeros capítulos en el equipo de La Victoria.
Además, contó divertidas anécdotas de su hoja de vida en el fútbol. Revivió los campeonatos nacionales con el equipo que es hincha, los amigos que le dejó el fútbol, sus mejores técnicos y compañeros de equipo, así como la propuesta laboral que le ofreció José del Solar para jugar en el rival de toda la vida. Una imperdible charla ‘Puchungo’ Yañez, que lo entretendrá de principio a fin.
En casa, tú papá era hincha del Sport Boys. ¿Cómo nació tu hinchaje por Alianza Lima?
Por mi mamá, quien se crio en La Victoria. Todos saben que mi papá era ‘chalaco’, yo de pequeño veía como jugaban Cueto, Cubillas, Sotil, muy bravos.
Siempre correteabas detrás del balón en las calles, el colegio...
Yo vivía desde los ocho años en Ica, después en Pisco, y vine a Lima. Fui becado en el colegio del barrio Palomino (Cercado de Lima), donde mi profesora era hermana del ‘Trotamundos’ Palacios. Tenía que jugar para no ir a estudiar de vacaciones. Fui becado en el colegio.
El ‘Cholo’ Castillo te recibió en Alianza Lima. ¿Cómo se dio?
Sí, el ‘Cholo’ me puso a jugar desde los juveniles (catorce años) contra los grandes, los titulares. Hice dos goles, la primera semana, recuerdo. De ese equipo llegaron pocos a la profesional. Roberto Martínez Troncoso, Michael Garay, Christian Vásquez, otros se quedaron en el camino.
¿Qué recuerdos de tu debut?
El ‘Cholo’ me dio la noticia. Le comenté a mi papá sobre el nuevo reto en el fútbol. Iniciaba mi primer capítulo en Alianza Lima (1992) ante Deportivo Municipal.
¿Cómo describes la sensación tras tu primer gol con Alianza?
Fue ante Sport Boys, el equipo que es hincha mi papá. Fue una experiencia linda y única. La emoción de mi madre, pues ella me acompañaba desde chico junto a mi hermano al estadio desde Ventanilla.
¿Cuántos micros tomabas para ir a Matute?
En ese tiempo tomaba el ENATRU, me paseaba por todo el Callao, todo Colonial y dejaba en Isabella Católica. Una ruta brava a diario desde Ventanilla. No había muchas monedas.
El año de tu debut profesional coincidió con el terrorismo...
Claro, mi papá era policía. Cuando hice mi contrato con Alianza, año 93, con casa y todo, le dije a mi papá que se retire de la policía por el terrorismo.
¿Quiénes son tus amigos que te dejó el fútbol?
Fueron varios hermanos, los de mi generación, los de mi barrio. En el fútbol; Jayo, Basombrío, Saavedra. En mi época había identidad desde menores, ahora buscan a través de Google. Ya no hay identidad en Alianza.
El campeonato nacional del 97 fue especial por romper la mala racha de dieciocho años...
Fue una gran campaña bajo el mando de Jorge Luis Pinto. Un gran grupo humano de trabajo.
¿Quién fue tu consejero en el fútbol?
Wilmar Valencia. En los momentos más complicados, no solo estaba mi padre, sino también mis amigos de toda la vida. Wilmar era uno de ellos, estuvo en mi primera derrota en Alianza. Siempre me hablaba sobre lo que venía en el fútbol, en la vida.
¿Qué te faltó en el fútbol?
Llegar más lejos con Alianza Lima en la Copa Libertadores. Recuerdo la temporada del año 97, la que marqué un gol a Dida con Cruzeiro, el último triunfo de Alianza a un equipo brasileño en torneo internacional. Lástima que no continuáramos avanzando, después salió subcampeón Cristal.
¿Los mejores asistidores del gol?
Marco Valencia, Marquinho, Darío Muchotrigo, tuve grandes asistidores que facilitaron mi trabajo para encontrarme con el gol.
¿A qué jugador admirabas?
César Cueto. Toda mi generación siempre lo admiró, una leyenda. Siempre compartía con nosotros, hasta en vestuarios, cuando iba a Alianza. También era un consejero, enseñaba a ejecutar los tiros libres. Sin duda una leyenda vida en casa.
¿Qué técnicos marcaron tu carrera en el fútbol?
‘Cholo’ Castillo, Miguel Ángel Arrué y Paulo Autuori. Cada uno sacó mi versión individualmente y grupal en beneficio de Alianza Lima.
¿Cuál fue el defensor más complicado?
Marcelo Asteggiano. En los clásicos, después ante Sporting Cristal, metía mucha pierna fuerte.
¿A qué arquero de la época te faltó vacunar?
Anoté a toditos.
¿Cómo eran los clásicos?
Ya no son como los de ahora. La preparación, la previa, el folclore, lo que se vivía una semana antes y después. Yo concentraba con Basombrío, Muchotrigo, los colombianos Moreno y Mafla. Eso sí, no era de cábalas. Jugaba con mi cadenita, pulsera, pero nunca tuve tatuajes.
Jefferson Farfán te admira, igualmente jugaste con Claudio Pizarro. ¿Qué recuerdos con el ‘Bombardero’?
A Pizarro lo conocí en Inter escolares. Él atajaba. Después lo enfrenté en Deportivo Sipesa. Llegó a Alianza, jugamos juntos, me da alegría que después de verlo jugar como arquero en el colegio haya logrado todo lo que es internacionalmente.
¿En tu mejor momento futbolístico con Alianza Lima pudiste jugar en Universitario de Deportes?
Sí, a través de ‘Chemo’ del Solar. Me llamaba para que vaya a Universitario. No había forma. Recién estaba haciendo historia con Alianza, era imposible. Todos los peros me solucionaban, hasta que le deje de contestar el teléfono.
¿Es verdad que no llegaste a ver la despedida de Teófilo Cubillas del fútbol?
A mi vieja se le ocurrió revisar los cuadernos. Estaba piola, ya con los amigos, iba a ir al estadio, pero en el cuaderno tenía veinte hojas escritas. Era viernes. No llegué a terminar la tarea.
¿Cuántos partidos estuviste sin anotar goles?
Como siete partidos, me puse a llorar. Un día ganamos con Alianza a la Loretana cinco a cero, no anotó ningún gol. Wilmar Valencia me aconsejaba, me hablar de las revanchas en el fútbol, hasta que se abrió nuevamente el arco.
Jugaste en Estados Unidos y Argentina. ¿Qué tal la experiencia futbolística?
Después de campeonar con Alianza Lima pude jugar en la MLS, Colorado Rapids. Igualmente, en Unión de Santa Fe de Argentina, donde coincidí con Juan Jayo. Me quedo con lo aprendido, las vivencias, el fútbol.
‘Puchungo’ Yáñez apoyó para hacer cumplir el sueño de tu papá al jugar en Sport Boys...
‘Puchungo’ me contrató, fue el gerente deportivo que hizo campeonar a Sport Boys. Mi viejo se puso feliz.
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