Luego de un año muy duro en Independiente, donde no logró tener ningún minuto en la Primera División de Argentina, Diego Churín dejó su país natal para aventurarse a su primera experiencia en el extranjero, sin saber que su vida estaría a punto de cambiar. Era 2013 y empezaba su camino en el modesto Curicó Unido. “Teníamos un grupo fantástico, dentro y fuera de la cancha. Apenas llegué peleamos el ascenso con la U de Conce (Universidad de Concepción) y perdimos la final. En la adaptación me sirvió que teníamos un técnico argentino también (Pablo Abraham)”, recordó el delantero en una entrevista con AS Chile. Ese fue el inicio del despegue de su carrera. Con el paso de los años mejoró sus recursos como goleador y llegó a defender las camisetas de clubes importantes como Unión Española, Cerro Porteño, Gremio y Atlético Goianiense. Ahora tiene 35 años, un nombre ganado en Sudamérica, y está a punto de convertirse en el ‘9′ extranjero de Universitario de Deportes (ya llegó a un acuerdo y será anunciado en las próximas horas).
Se mudó ante la falta de oportunidad
Su trayectoria inició en el año 2008, cuando debutó con la camiseta de Independiente de Avellaneda, uno de los clubes más grandes de Argentina. Pese a que se esforzó y siempre dio lo mejor de sí mismo, nunca logró ganarse un espacio en el ‘Rojo’. Durante su primera estadía hasta 2009 jugó pocos partidos y no logró marcar goles. Permaneció en la institución por cinco años, pero era prestado a otros clubes locales como Platense, Los Andes y Comunicaciones. Diego Churín estaba cansado de esta situación y decidió probar suerte en el extranjero. Es así como en 2012 rescindió contrato con el siete veces campeón de América para partir al Curicó Unido de la Primera B de Chile.
En el humilde conjunto chileno fue titular y logró anotar 17 goles en 59 partidos disputados desde su llegada hasta el final de la temporada 2013-14. Lo curioso es que, tras perder la final del ascenso ante Universidad de Concepción, terminó fichando por el equipo de la región del Biobío. “Hay una gran anécdota con Andrés Imperiale. Jugando la final de ascenso en La Granja, yo jugando con Curicó, ganábamos 1-0 y nos empatan. Habíamos perdido 1-0 en la ida. Estábamos nosotros, llovían los centros al área de la U de Conce y no la podíamos meter. Imperiale me marcaba a mí y me dice ‘boludo, no corras más que Vitamina (Sánchez) te quiere, ven con nosotros a Primera’. Y un año después nos reencontramos”, rememoró Churín.
En Universidad de Concepción jugó hasta el final de la campaña 2015-16 y marcó 10 goles en 71 partidos jugados. Además, salió campeón de la Copa Chile. Luego pasó a las filas de Unión Española de Santiago, donde tuvo uno de los mejores rendimientos de su carrera. Marcó 29 tantos en solo 57 compromisos y se ganó a toda la hinchada y despertó el interés de otros equipos de Sudamérica. Se trata de un ‘9′ que aprovechaba bien su altura (1.87 metros) para ganar en el área. Además, tiene tranquilidad al momento de definir. También sabe retroceder para asociarse con sus compañeros.
Su próximo paso, en 2017, fue Cerro Porteño, el segundo club más grande de Paraguay detrás de Olimpia. Estuvo cuatro años en el ‘Ciclón’ y, en general, su primera etapa fue muy buena, llegando a ser muy querido en la institución. Por ejemplo, en el 2018 anotó 18 goles en la liga paraguaya y 4 en la Copa Libertadores. Asimismo, ganó el Clausura 2017 y el Apertura 2020, los otros dos títulos que tiene en su vitrina. Estas temporadas le permitieron llegar al fútbol brasileño en el año de la pandemia del COVID-19.
“Uno siempre quiere ir creciendo, había tenido buenas temporadas y quería dar un salto. Lo dije en su momento y casi estaba dado, estuve a nada de jugar en la U (Universidad de Chile). Después por una cosa o por otra no se dio, apareció lo de Cerro y no lo dudé. Era ir a un club grande, que te exige, donde todos te quieren ganar y fue un cambio bastante rústico, por un tema del clima, mudanzas y todo. Terminamos saliendo campeón el 2017, jugando Copa Libertadores y creo que terminé de formar, de madurar como jugador”, sostuvo el goleador sobre la decisión de dejar Chile para irse a Paraguay.
Claramente bajó su rendimiento
Sus buenas campañas en Cerro Porteño le permitieron dar el salto al competitivo fútbol brasileño. Llegó a poderoso Gremio de Porto Alegre en 2020. Ese mismo año jugó 24 partidos, pero apenas logró marcar en tres ocasiones. No llegó a afianzarse en el Tricolor Gaúcho y terminó mudándose a Atlético Goianiense, con el que disputó la liga brasileña en la temporada 2022. Diego Churín jugó 36 partidos del Brasileirao en ese año, anotó 8 goles y dio una asistencia. Sus números no fueron los esperados y terminó volviendo al club paraguayo en 2023. Fue un regreso esperado; sin embargo, no volvió a mostrar el nivel de hace unos años.
En el año de su regreso jugó un total de 49 partidos y anotó 11 goles. Finalmente, en 2024 volvió a tener una producción baja: marcó 6 goles en 47 compromisos. Gran parte de la afición del ‘Ciclón’ lo quiere por su primera etapa en el club, pero en su segunda era no logró trascender y finalmente se marchó tras terminar su contrato. “Diego Churín, llegaste al Barrio, te enamoraste de estos colores y dejaste una huella imborrable en el club. Ganaste el Clausura 2017 y el Apertura 2020. Anotaste 71 goles. Eres el tercer goleador histórico y el máximo goleador extranjero”, señaló Cerro Porteño en la despedida del futbolista argentino.
¿Podrá relanzar otra vez su carrera?
Diego Churín tiene 35 años y llegará por primera vez al fútbol peruano. Si hay algo que lo mueve al delantero argentino es jugar en un club grande. En Chile quería ser parte de Universidad de Chile, pero finalmente el destino le hizo llegar a Cerro Porteño y dejó una huella imborrable. Aunque en Brasil no pudo destacar, llega con ilusión a Perú para jugar en Universitario de Deportes y tratar de ayudar a la institución a lograr los objetivos de la próxima temporada.
Ojo, otro de sus sueños es ganar la Copa Libertadores, un torneo que le apasiona y que conoce muy bien (jugó 39 partidos, anotó 9 goles y dio 4 asistencias). “Soy fanático de esta competencia. Mi sueño más grande es ganar la Copa Libertadores. Yo creo que, con mi edad, si gano la Libertadores me retiro. No tengo tatuajes, pero si gano la Libertadores me la tatúo. Realmente es una obsesión”, dijo el atacante a la Conmebol a inicios de 2024.
TE PUEDE INTERESAR
- Empieza el sueño: Alianza Lima ya conoce a su rival para la Fase 1 de la Copa Libertadores
- Un ‘9′ con garra llega a Ate: Diego Churín es el nuevo delantero de Universitario en 2025
- ¿De qué país es? Melgar ya tiene rival para la segunda fase de la Copa Libertadores 2025
- ¡Definido! Así quedaron los cruces de equipos peruanos en la primera fase de la Sudamericana