Hace menos de dos meses, Joazinho Arroé pensaba seriamente en dejar el fútbol. ¿Los motivos? Nunca los reveló el jugador, que sufrió lesiones severas en su corta carrera, las cuales lo alejaron por varios meses de donde pertenece: los estadios, las canchas, los vestuarios. Sin embargo, el exSiena de Italia remó contra la corriente y ahora se ilusiona con cada triunfo de Real Garcilaso, como el que consiguió ante Universitario de Deportes, anotando además un golazo desde fuera del área para quitarle el invicto a Pedro Troglio.
El futbolista de 24 años de edad, entrena a diario en la altura de Cusco con ese corazón gigante y apasionado, que solo se alimenta de fútbol. Practicarlo o mirarlo en el SmartTV de su cuarto, da igual, porque igual lo vive, igual lo descontrola y lo lleva a publicarlo en su Twitter, un espacio terapéutico que ha encontrado el futbolista para compartir sus tratamientos, sus gustos futbolísticos, su hinchaje hacia Radamel Falcao, Andrés Iniesta, y su fe hacia Dios; el mismo ser que está presente en sus pocas entrevistas y en cada conferencias de prensa ofrecida.
Evidentemente, Joazinho es un creyente y sus amigos creen en él, como Beto da Silva o André Carrillo, con quien compartió vestuarios en la Selección Peruana Sub 20 de Gustavo Ferrín. Por eso, ‘La Culebra’, desde Portugal, celebró el golazo de su “bro” a Universitario de Deportes con un mensaje desde su cuenta de Twitter. Claro, era Joazinho sonriendo con dirección al cielo, como agradeciendo a la divinidad haber bajado nuevamente a tocar sus piernas de cristal. Y ya no es una, ni dos, ni tres.
“Todavía tiempo para llegar a ser el 'crack' que en algún momento fue”, dijo el entrenador de Real Garcilaso, Gustavo Coronel, otro que se ha sumado a la largo de lista de creyentes. Además, Joazinho – sabe bien – que nunca fue un crack. Solo un entusiasta de corazón caliente, que ama el fútbol y el fútbol, aunque ingrato parezca, aún no lo quiere fuera.
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