De ídolo en el fútbol a crack en la gastronomía. Quizás esa es la frase que resumen mejor la vida de Juan Carlos Zubczuk, exportero de Universitario de Deportes que hoy tiene 52 años. Argentino nacionalizado peruano. Padre de Patrick, hijo que heredó sus genes: hoy es uno de los arqueros de la 'U'.
"A Patrick lo formamos con los consejos que me daban Agustín Cejas, el Pato Fillol y Rogelio Domínguez, aquel grande de Racing y el Real Madrid. Y le transmitimos también los consejos de Amadeo Carrizo, los mismos que me daba cuando me reunía con él. Patrick absorbió mucho de esa formación y se convirtió en un arquero completo", contó Juan Carlos en entrevista con el Clarín.
Y no se cansó al destacar sus virtudes: "Tiene mucho dominio en el área y va muy bien arriba, tiene manejo de balón para salir y es veloz y potente. Tiene 22 años y está esperando la oportunidad para hacerse del puesto. Con la experiencia que puedo tener como técnico y entrenador de arqueros, puedo decir que cuando tenga la oportunidad y continuidad será uno de los mejores del país. También me gustaría que jugase en el fútbol argentino, no ocuparía cupo de extranjeros. Lo ayudaría en su crecimiento".
"Llegar a Perú fue tocar el cielo con las manos"
Juan Carlos Zubczuk se formó en Racing de Argentina, pero fue ídolo en Universitario de Deportes, trabajo en escuelas formativas del mismo club, fue director técnico y trabajó junto con Jorge Amado Nunes y Chemo del Solar y hoy es dueño e inversionista del restaurante El Rincón Gaucho, en Chimbote; La Pampa y El Gaucho. ¿Por qué todo lo hizo en Perú?
"Llegar a Perú fue tocar el cielo con las manos. Es un país mágico. Tomé la decisión de quedarme porque acá conocí a mi esposa, que es peruana. Es como las semillas que vuelan al viento por el mundo y cuando caen en una buena tierra dan buenos frutos. También tuvo mucho que ver la gente peruana, que es muy afectuosa. Estoy radicado en Lima, una ciudad colonial hermosa con costas maravillosas, lindas playas y un clima excelente. La gastronomía es de otro planeta y su gente, muy cálida, buena y afectuosa", explicó.
"En cada rincón del Perú siento el cariño y reconocimiento que me gané en el corazón del pueblo, que es Universitario de Deportes. Es un sentimiento muy poderoso, ese cariño lo conseguí con esfuerzo, talento y títulos", agregó.