Cuando uno habla de montaje defensivo, habla de once jugadores. Y no solo de los cuatro futbolistas que conforman la primera línea del esquema. ¿Cuáles son los signos de que un equipo defiende mal? Uno es cuando el rival, aun en inferioridad numérica, logra generar una ocasión clara de gol. Otra, cuando pierdes el balón en una zona distinta al área propia y, otra vez, el rival logra generar una clara chance para anotar. O anota.
En Universitario estos signos son evidentes. Si no, observemos el segundo gol de Aurich. Guastavino la perdió en cancha contraria, y la jugada acabó en gol del 'Ciclón'. La recomposición fue mala desde la toma de decisiones. El colombiano García demoró una eternidad en presionar. Cuando lo hizo, ya había dejado habilitado a Tejada para que marque.
Estos signos mencionados tienen que ver con el aspecto colectivo e individual. Pero existe otro que ayer le costó a Universitario el primer tanto de Juan Aurich. Balón largo para Tejada y García y Benincasa van sobre Tejada. ¿Cuál es el error? Dos centrales nunca pueden ir juntos a la misma jugada. Error de concepto. De relevo, de todo. Si uno sale, el otro respalda. No lo hizo Benincasa, erró García en el cálculo del cabezazo, y golazo de Tejada de sombrerito.
Universitario es un equipo con vértigo debido a los jugadores veloces que posee en ofensiva; sin embargo, está lejos de ser un conjunto equilibrado. Por ahora, nada más, todo el trabajo en ofensiva se ve descompensado por el montaje defensivo. Si se detiene a mejorar este aspecto de su juego, será un rival duro de vencer, seguramente. La recuperación de la pelota es tan o más importante como la capacidad para generar ocasiones a partir de la posesión de la misma.
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¿Qué debió hacer Guastavino en la última jugada que pudo darle el triunfo a la 'U'? ► https://t.co/jwTSByLrbE pic.twitter.com/yRNTbsd5PS— Depor.pe (@deporpe) February 12, 2016