Arturo Reyes
Espontáneo y entusiasta. Así nos recibe Pedro Eloy García en la puerta de su casa ubicada muy cerca a la playa de Miraflores. Mientras que nos acomodamos en el sofá para desarrollar la entrevista, sus nervios se envuelven con el olor a mar y lo traicionan antes de prender nuestra cámara y dar rienda suelta a la larga charla que previamente pactamos vía Whatsapp.
Esta vez, Pedro García no tiene el micrófono en mano y, consecuentemente, no posee el control de la situación. Pedro vuelve a sentirse aquel practicante profesional inexperto de 1994 (año en el que emprendió el ejercicio periodístico) frente a las cámaras del espacio televisivo 'Goles en acción', a quien, según dice, le debe "nombre" de su popularidad.
"Acción", le dijimos y, automáticamente, le añade seguridad a su actitud y vuelve a ser el reconocido Pedro Eloy García Corcuera. Sí, aquel periodista de CMD que, fiel a su estilo, supo abrazar el cariño popular de los televidentes gracias al estilo de plantear sus preguntas, sobre todo.
¿Eres consciente de que te has convertido en un ícono del periodismo deportivo?No lo creo, pero eso pasa porque estoy expuesto en la televisión. Es difícil ir al Estadio y pasar desapercibido. También hay gente que me conoce porque estudia periodismo y reconoce "mi estilo" para informar.
¿Estaba dentro de tus planes llegar a convertirte en un periodista mediático?Para nada. Cuando proyecté estudiar periodismo, que fue desde los 8 años de edad, quería dedicarme a escribir. En mi época, no había internet o páginas web, que facilitaran las posibilidades de conseguir trabajos en prensa escrita.
¿Cómo nace tu idea de hacer televisión, a pesar de querer hacer prensa escrita?Aún sigo con ganas de escribir. Cuando empecé a ejercer el Periodismo, lo hice en 'Goles en acción'. Fueron unas prácticas profesionales y me emocionaba el hecho de hacerlo. Entonces, esas prácticas se convirtieron en trabajo. Pasaba el tiempo y no me botaban de la empresa y fue así como me quedé. Es decir, llegué a la televisión por un accidente.
¿Quién es tu referente en el periodismo?"El Veco". Él llegó al Perú a desarrollar el Periodismo de otra manera. Antes de "El Veco", no se encaraba el texto de manera estética. Él decía "si tu texto no conmueve o no genera una polémica, tu informe no sirve para nada". "El Veco" marcó en mí un antes y un después.
EN LA CANCHA Muchos se preguntan, ¿por qué tus preguntas tienden a ser muy largas?Siempre son largas [risas]. En ocasiones, corresponde hacer la pregunta a ‘quema ropa’, rápida y seca, porque necesitas que el entrevistado no piense la respuesta y que te diga con sinceridad lo que tiene allí dentro. Soy consciente de que parte de un buen plan para ejecutar una excelente entrevista es desarrollar un diálogo con el entrevistado. Una entrevista no es un cuestionario, sino una conversación. Si no se logra crear un diálogo, sería un interrogatorio. Una buena entrevista es el resultado de una buena conversación. Inclusive, puede ser que el entrevistado llore.
Como lo hiciste en alguna oportunidad con algún jugador, seguramente…Con Jorge Amado Nunes, después de un Clásico. Habían muchos factores que influenciaron su llanto: la barra, el juego, etc.
¿Algún otro?Con Claudio Pizarro, que se cuida mucho al momento de declarar, no hablamos de fútbol sino del significado de la peruanidad: ¿qué se siente cantar tu himno fuera del país?, por ejemplo.El diálogo lo llevó a sensibilizarse. Tenía la lágrima cerca de caer en su rostro. Ese es el éxito de un periodista, luego de culminar una entrevista.
¿Algún otro detalle sobre tu estilo para plantear preguntas?Cuando la pregunta es en vivo, lógicamente, no puede editarla (para cortarla). Yo me voy a la isla de edición y corto mis preguntas. No quiero ser el campeón mundial de las entrevistas. Solo quiero hacer un productor que sensibilice a la gente, que se haga una noticia, etc. Me río de mí mismo, porque sé que pregunto largo.
LAS EMOCIONES DE PEDRO¿En algún momento te desestabilizó emocionalmente las críticas por preguntar largo?Para nada. En televisión, es imposible que le gustes a todo el mundo. Si tú haces alguna pregunta tonta o aburrida, al minuto hay un tuitero difundiendo el hecho. Si el mensaje vía Twitter es ingenioso, se puede hasta viralizar.
¿Cómo lidias con esta gente?Me cruzo con personas que les gusta tomarse selfies. Ya no firmas autógrafos. Me piden, por ejemplo, padres de familia que cargue a sus hijos. No tengo ningún problema, porque siento que esa situación es mi termómetro. Si fuera un tipo al que no le gusta la crítica, me hubiera dedicado a otra cosa.
¿Aún te emociona asistir al Estadio?No siempre. Me emociona mucho la Selección Peruana. Suena cursi o hasta vende humo, pero te juro que siempre estuve enamorado de mi selección. A mis 8 años de edad rezaba para que el partido de Perú sea transmitido por televisión.
¿Llorabas por la Selección?Estaba enamorado del juego de Perú. Me gustó Cubillas, Cueto, Oblitas, Uribe. ¿Cómo no te ibas a enamorar de ese equipo?. Mi lonchera, en 4° de Primaria, era el equipo de Perú que aspiraba a ir a España 82'.
¿Aún crees que Perú irá al Mundial?Creo que la Selección Peruana puede competir para ir al Mundial. Soy consciente de que en Sudamérica hay equipos con más posibilidades.
Cuéntanos tu experiencia con MaradonaNo lo entrevisté. En el 2006, Diego llegó a Lima para un partido de exhibición, y me ofrecieron ser un maestro de ceremonia para la conferencia de prensa que iba a ofrecer el jugador. Encima me iban a pagar. No tengo foto con Diego Maradona, no hubo tiempo. Pero fue divertido transmitirle preguntas de la prensa peruana.
¿Quién es el jugador más difícil para entrevistar?Hoy es difícil Jefferson Farfán. Pero es un muy buen entrevistado. Ha madurado mucho, tiene mucho concepto; además, es un monstruo. Si fuera argentino, estaría en el equipo titular de esa selección. Si fuera brasileño, jugaría por Hulk o por alguno de arriba. Cuando nos demos cuenta, lo vamos a valorar más. Es uno de los peruanos que me ha costado entrevistar.
¿Y el que no te dejó textuales tan vendedores?Ahora, Pizarro declara muy bien. Antes era muy difícil. Si tuviera a Messi a mi costado, fracasaría rotundamente en entrevistarlo, porque es impenetrable, mezquino para responder, mira para otro lado. Es un personaje frío.
EL FÚTBOL VS. TRABAJO¿Cuánto influenció CMD en tu carrera?Bastante. Regrese en el 2007, luego de mi paso por Frecuencia Latina. A 'CMD' le debo el apellido y el nombre a 'Goles en acción'. Gracias a ellos viajé a muchas partes de Sudamérica, y eso me ayuda a entender más a fondo el periodismo. Conversé con César Luis Menotti, Bobby Charlton, Ronaldo, Roberto Carlos, por ejemplo.
¿Has hecho amigos en el fútbol?Hay jugadores que estimo. No tengo amistades y tampoco es mi intención. Me ha pasado que jugadores muy cercanos se han enojado conmigo por un comentario que realicé. Mantengo mi distancia.
CMD ya no transmitirá los partidos del fútbol peruano. Eso, ¿afectará tu carrera?No. Ahora vamos a transmitir todos los partidos de la Selección Peruana. Un partido de Perú equivale a 10 encuentros en el fútbol local (en audiencia, repercusión, etc.). Cubriré otros deportes que – a mí – me interesa cubrir. Con los años descubrí que hay otras disciplinas que me gustaría cubrir. Me gustaría transmitir la pelea de Jonathan Maicelo, por ejemplo, y profundizar sobre la historia que hay detrás de cada deportista.
EL FUTURO¿Proyectas dejar alguna herencia intelectual para el periodismo deportivo?Sí hare un libro. Estoy trabajando– en silencio – cómo proyectar escribir un libro de crónicas. Este trabajo pretende ilustrar el desarrollo del panorama periodístico del Perú en los últimos 20 años. Yo fui testigo de eso.
¿Qué haces en tus ratos libres?Escribir. Pero escribir de verdad demanda mucho tiempo. Escribir es un trabajo. Además, hago deporte. Ahora juego poco o nada de fútbol, porque hay mucha fricción y puedo lastimarme previo a una transmisión.
¿Qué significa para ti el periodismo deportivo?Significa un trabajo. El único que se ha ocurrido encarar. Desde muy pequeño me fabricaba una revista de deportes. Armaba textos con recortes de Ovación, El Comercio, etc. Alucinaba que yo era el que escribía. Es el trabajo más divertido del mundo.
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