Roberto Mosquera, fiel a su estilo, mantiene intacto su pensamiento y hasta para declarar ataca. Y es que el técnico de Alianza Lima asegura que la excesiva defensa a la que apelan sus contrincantes en Matute ha perjudicado sus intereses, tal y como sucedió contra Juan Aurich, que le ganó a los blanquiazules con goles de Luis Tejada.
"Nadie le va a venir a jugar a Alianza Lima de igual a igual, porque le hacemos tres goles. Ellos especulan, se meten atrás, te contraatacan, y eso hay que saberlo manejar. Hay que aprender a ganar los partidos, pese al planteamiento del rival. Ellos tienen su forma de jugar. Se les respeta. Pero no lo hemos podido lograr. Es una tarea pendiente", asegura Roberto Mosquera a Gol Perú.
"La gente piensa que hay una inacción. Nosotros hemos encontrado las razones. La forma en cómo las hemos solucionado, no han salido. Es decir, no le hemos podido dar solución, hasta ahora. Nos está faltando la tranquilidad para terminar los partidos. Tenemos la tenencia pero no la profundidad para hacer daño", reflexiona Roberto Mosquera.
CONTRA LOS HINCHAS
Roberto Mosquera sale entre pifias e insultos de Matute tras perder ante Juan Aurich y encadenar su quinta derrota en casa. El técnico de Alianza Lima camina en silencio, porque no es momento de más imprudencias, más aún cuando la preocupación por afrontar el Clásico ante Universitario de Deportes es mayor.
Roberto Mosquera es consciente de que los hinchas de Alianza Lima han comenzado a perder la paciencia ante la ola de malos resultados conseguidos en casa. Y, además, porque hace tres fechas no celebran.
"Tienen derecho a gritar, porque se sienten frustrados, porque no ven lo que quieren ver. No voy a contestar, porque no soy una persona violenta. Nunca he portado un arma. Siempre he tratado de seducir con mi trabajo, y hasta ahora no puedo terminar de hacerlo con mis jugadores", dice Roberto Mosquera.
Roberto Mosquera no considera que el idilio con la hincha haya culminado. Al contrario, comprende que la euforia de los fanáticos se mezcla con el sinsabor de la derrota y el verbo se convierte en insultos. Él lo sabe, porque es fanáticos del fútbol, futbolista y ahora entrenador.
"La hinchada tiene que poner presión porque está insatisfecha. Me parece bien. Ayer me han dicho de todo y me parece sensato. Mi familia sabe que soy hombre de fútbol y que estoy expuesto a esto, y ellos tienen el derecho de hacerse escuchar porque sienten que están apoyando. Yo he jugado en el Maracaná, en la Bombonera, 'El Campín, en el estadio de River Plate. Más presión, no creo. Hay que jugar igual", concluye Roberto Mosquera.
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