Roberto Mosquera tiene contrato con Sporting Cristal hasta el 2022. (Foto: Difusión)
Roberto Mosquera tiene contrato con Sporting Cristal hasta el 2022. (Foto: Difusión)

Rompió una de las más grandes teorías en el oficio del arco: el puesto no es necesariamente para ‘1’ (Alejandro Duarte y Renato Solís, por el momento, son la garantía); alcanzó 21 partidos sin perder y ya igualó una marca que en no celebraban desde hace 16 años; el equipo en la Liga 1 sumó cuatro triunfos consecutivos; un extremo no tiene problemas en aparecer en la volante o viceversa; y el plantel de tampoco se siente incómodo de modificar un sistema en un mismo cotejo. La última prueba fue ante Deportivo Municipal.

Para el DT celeste no hay secretos, solo hay trabajo. Así llega el club bajopontino a una nueva edición de , donde integran grupo junto a Sao Paulo (Brasil), Racing Club (Argentina) y Rentistas (Uruguay). El primer examen es contra el cuadro de Hernán Crespo, el próximo martes. “Tratamos de pisar tierra a pesar de que es un sueño del que no queremos despertar”, le dijo el estratega a Depor. Está claro: la idea es que el sueño se prolongue más allá de quiénes estén al frente.

Son 21 partidos sin perder y cuatro triunfos consecutivos en la Liga 1. Profesor, qué presente de Sporting Cristal ahora que se viene la Copa Libertadores...

Es innegable la alegría que sentimos porque es algo trabajado, planificado, es algo sufrido, no es algo que nació de la noche a la mañana. Demoró el tiempo y la evolución como todo edificio que quiere ser lo más alto posible. Se tuvo que hacer un hueco profundo para hacer las bases sólidas y que con el tiempo no se caigan las ventanas, ni las paredes ni el techo. Y, bueno, hemos podido consolidar un modelo de juego que ya no depende de un once, sino de todos. Todos tienen la misma exigencia, todos saben dónde tienen que estar, a qué hora tienen que estar y cómo tienen que estar en el campo.

Entonces, ahora tú observas una armonía entre el que sale, el que entra y esto ha sido un trabajo del comando técnico. Obviamente que yo aparezco como la cabeza visible, pero este es un comando técnico que ha demostrado capacidad acá y en el extranjero. Estamos muy orgullosos y va de la mano de la humildad. La humildad no es un signo de sumisión, es entender que cuando te vaya bien tienes que tener mesura en tus declaraciones, tener los pies en la tierra, porque sino hay chicos de temprana edad que pueden equivocar el camino.

Si ven al jefe o si ven al comando en unas situaciones que no deben estar, ellos pueden pensar que es el camino. Entonces, tratamos de pisar tierra a pesar de que es un sueño del que no queremos despertar.

Hay estilos de técnicos y formas de dirigir, donde durante el partido hoy se escucha todo, tomando en cuenta que no hay público en los estadios. Sin embargo, usted no es de decir muchas cosas durante el juego. ¿Es porque pareciera que su escuadra juega de memoria y es una continuación de lo que se realizó el año pasado?

No tengo la capacidad de gritar y dirigir. Veo con envidia que otros sí pueden gritar 90 minutos y yo no puedo. Conociéndome no tengo esas características. Entonces cada uno sabe lo que tiene que hacer y después tengo 15 minutos, al término del primer tiempo, para reafirmarnos en la idea o como sucedió en este partido con Municipal (remontaron el cotejo a 3-1), para cambiar el rumbo del partido, porque estaban bien cerrados atrás.

Tuve que cambiar el sistema, porque no soy de levantar la voz ni insultar en el vestuario. Y nos entendieron porque lo hemos trabajado. Cuando encontramos un nivel de adversidad así o de resistencia, nosotros tenemos un plan b, c y d. Estamos preparados y nunca nos quejamos si se meten atrás.

En el torneo local uno tiene la sensación de que así Sporting Cristal esté con el marcador en contra, puede conseguir el resultado. ¿Cuál es el secreto?

Creo que ustedes tienen una lectura clara y estaría demás que yo diga que es secreto, porque suena a algo oscuro. Simplemente es trabajo, hemos trabajado de la mejor manera y es una continuación de lo que hicimos el año pasado, es una versión mejorada de Sporting Cristal. Es un equipo más corto porque tenemos menos jugadores pero está más condensado. Tú miras al banco y siempre tienes una alternativa atrás, en el medio o adelante, para acelerar, para ser más lento o para atacar más, para defender más o ir más por los costados. Más que secreto es un trabajo ordenado, coordinado y pactado con los jugadores.

Cuando llegó Irven Ávila aparecieron dudas en los hinchas...

Me di cuenta que había resistencia.

Tengo la percepción de que Ávila es un jugador que cuando usted lo dirige se potencia. ¿Cuánto puede esperar el hincha de él y qué tan decisivo será en su plantel?

Tengo una relación amical con él, al margen de lo profesional que siempre fuimos. Y él no está de titular porque tenga un avance amical con él, al contrario, a mí no me gustó cómo vino a Sporting Cristal. Vino con exceso de peso y porcentaje de grasa. Y le llamé la atención seriamente, porque cuando uno aprecia a alguien y sabe lo que puede hacer como jugador me incomoda que no llegue en su mejor forma.

Como profesionales del fútbol tienen que ir al gimnasio, ir al nutricionista y siempre estar listo con su estado físico. Porque el estado físico es el que hace que aparezca el jugador que todos queremos. Y él me entendió, se puso a trabajar, está en su peso, ha logrado una gran forma física con el ‘profe’ Salvatore (preparador físico) que es un capo. Y ya tenemos al Irven de siempre, un tipo peligroso, zigzagueante. Desde el primer partido ha sido el jugador que más proyección ha tenido de los que han llegado.

Ahora se está sumando Hohberg, Riquelme, ha jugado González. Está casi listo Prado, que estaba en un momento que no era el de un profesional, así que se le exigió. Y está por jugar pronto. A Ávila lo conozco desde el 2010, si a alguien conozco es a él. Y no ha decepcionado, es uno de los jugadores que más regularidad ha tenido y me da gusto.

Es más, él no tenía que patear el penal (contra Municipal), porque hablamos hace una semana y le dije que siga jugando bien y se olvide del gol, porque el gol lo tiene. Y si no hace gol de acá a diciembre, rompo mi título y que pase a ser jardinero en Cristal. Eso es lo que correspondería. Pero que juegue, porque lo principal es el juego y lo está haciendo bien. El gol lo tiene y va a aparecer en cualquier momento.

En todo caso, el gol sí apareció con Hohberg y Riquelme. A propósito del delantero argentino, ¿su caso fue parecido al de Ávila, donde no llegó a punto en lo físico?

La diferencia de Riquelme es que estuvo tres meses sin jugar y Ávila no. Ávila venía de entrenar y estar preparado y alternar en Melgar. En tiempo de vacaciones es que Ávila se descuidó. Lo de Riquelme es que venía meses sin jugar y pierdes distancia. Hubo que trabajar con él bastante. Es un profesional de primer nivel y una persona que me gustaría que todo el mundo conozca. Una bella persona y me da gusto trabajar con él. Muy humilde a pesar de haber ganado todo y ser goleador en todas partes. Tiene una humildad que sirve para el equipo, suma para que los chicos vean que se puede llegar a ese nivel y mantener las emociones en el lugar que corresponde.

He podido seguir el proceso de Marcos Riquelme, sobre todo en Bolivia, donde tuvo mucha participación en torneo internacionales. ¿Es un ‘9’ que se ajusta a lo que busca el equipo para competir en Copa Libertadores?

Nosotros nos amoldamos. Nosotros como comando técnico no tenemos ese tipo de problemas porque sabemos las características de jugador que hemos pedido al club. Nosotros pedimos por él y también estaba John Jairo Mosquera, que lo dirigimos en Royal Pari. Se hizo 15 goles. Muy bueno, pero lamentablemente estaba en Always Ready y su salida era de 400 mil dólares. Era imposible en este momento para Sporting Cristal y tampoco iba a hacer que hagan ese esfuerzo económico.

Era más viable lo de Riquelme. Optamos por él y le pusimos ese reto. Y aceptó porque tenía un contrato para Arabia y no lo rechazó por Cristal, sino porque tenía un problema de salud con un familiar cercano. También le hablaron de Colombia, pero quería estar más cerca de Argentina por temas familiares, y más cerca está Perú. Lo llamó mi preparador físico, porque normalmente habla el dirigente con el representante, y es todo más frío. Y lo llamó Sebastián porque teníamos muchos deseos que venga a jugar con nosotros.

No es la función de nosotros, pero tampoco se ve mal que nosotros como comando nos interesemos en un jugador porque no vamos a tocar temas económicos de ninguna clase, solo temas deportivos. A él eso le pareció bien, le gustó porque nunca le había pasado y nos conocía. Nosotros con Royal Pari jugamos contra Bolívar y le ganamos 4-2. Estábamos perdiendo 2-0 y le ganamos 4-2. Jugó ahí y tenía muy clara la campaña con Wilstermann y con Royal. Nos conocía y eso sirvió para que venga a Sporting Cristal.

Luego de la victoria ante Municipal, un periodista brasileño que cubre Sao Paulo señaló que antes de ver a Racing como el rival más duro, habría que ver a Cristal por los números que estaba registrando. ¿Qué le conviene a usted: que lo vean con perfil bajo o que se noté ese trabajo que se está realizando?

Eso no pasa por mi mente, jamás pasó decirle a alguien cómo tiene que verme. No tengo esa visión de las cosas y menos en fútbol. Sé bastante de fútbol, como para sentir que alguien debe pensar como nosotros, que ellos piensen como les parezca, que lo vean bien o mal es un tema que tienen que resolver los rivales. Nosotros hemos llegado preparados. Hemos hecho una pretemporada pensando en la Copa Libertadores, con un GPS que nos obliga a correr cierta cantidad de metrajes de kilómetros y que creo que es lo que a los equipos peruanos le ha pasado factura.

Entonces nosotros recorremos más, porque estamos preparados para eso. Por eso sometimos a Municipal a un ritmo que no todos los equipos pueden aguantarnos. No todo es táctico, sino un tema físico que los obligas a correr de una manera que llega un momento que vienen los errores y vienen los goles. Vamos a llegar preparados con el favor de Dios, pero tener ese kilometraje no te asegura ningún resultado, porque son equipos grandes que tienen buenísimos jugadores y no será fácil.

Para algunos podría significar una primera vez pasar a una siguiente instancia, como es octavos, pero usted ya lo vivió. ¿Qué tanta ilusión despierta este nuevo desafío?

No es un tema de mucha ilusión o poca ilusión. Nosotros tenemos una responsabilidad y vamos a intentar una vez más pasar.


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