Se ve bastante joven para sus cortos 19 años. No tiene la ‘pinta’ del clásico ‘pelotero’ y, encima, es tímido hasta que agarra confianza. Pero una vez que está en la cancha, pareciera que Jairo Concha se transforma.
El volante ‘santo’, con su juego pícaro y dribles inesperados, es una de las revelaciones de este 2018: está teniendo la continuidad deseada en, según sus palabras, “el equipo de mis amores”. Sin embargo, no siempre la vida le sonrió.
¿Qué tan difícil fue llegar a ser profesional?
Muy difícil. La gente no sabe los sacrificios que uno hace. Yo vivo en Chorrillos y tenía que venir hasta Santa Anita después del colegio, muchas veces sin almorzar. Y por el tráfico, paraba llegando tarde.
¿Y cómo te afectó eso?
Mis entrenadores me comprendían, pero perdí el puesto de titular y eso me frustró.
¿Es cierto que querías dejar el fútbol a los 14 años?
Yo siempre quise ser futbolista. Desde niño, pateaba todo lo que encontraba. Pero, sí. No ser considerado más en los juegos, con el esfuerzo que hacía, me puso muy triste y le dije a mi papá que no quería jugar más.
¿Y qué te dijo?
Abrazados y entre lágrimas, me convenció a no desistir. “Hijito, yo sé que tienes un futuro enorme”, me dijo. Varios me dicen que no se equivocó.
¿Qué tabla miran más, la del Clausura o acumulado?
Para ser honestos, la del acumulado. Haremos historia si con un cuadro tan joven clasificamos a un torneo internacional. Es uno de los objetivos que nos trazamos como grupo y sería lindo conseguirlo.
Pero, ¿sueñan con el título nacional? Están cerca...
Para eso tenemos que ganar el partido contra Cristal y el próximo (Alianza Lima). Serán rivales muy duros, pero lo daremos todo.
Por Edú Latoche