Gustavo Dulanto es uno de los pocos jugadores que han tenido la suerte de compartir la carrera con su padre, Alfonso Dulanto, y pasar por Universitario, el club de sus amores. Lejos de la tierra que lo vio nacer, pasa su cuarentena junto a su familia, la que cuida de gran manera para evitar que sean contagiados con el coronavirus en Portugal, país en el que le toca defender la camiseta de Boavista.
Amante de los retos y de las situaciones difíciles, se confesó con Depor para dar a conocer pasajes pocos conocidos de su carrera como futbolista, sorprendiendo a más de uno con sus historias.
Su etapa de formación lejos de Universitario por pedido propio
Ser hijo de un reconocido futbolista suele ser tomado por otros deportistas para “bajonear” al compañero de equipo que tiene más oportunidades. Consciente de ello, Gustavo Dulanto prefirió escribir su historia lejos de Universitario, a pesar de las ganas inmensas que tenía de defender la crema.
“Nunca quise estar en la 'U' por el hecho de que siempre decían que jugaba por mi papá y eso que no estaba en Universitario. Imagínate si estaba ahí. Yo solo hice mi carrera. Puedo tener el apellido, pero todo lo que he logrado lo hice solo. Estuve 3 años en Argentina (Rosario Central), jugaba en Sporting Cristal, pero siempre hincha del equipo crema”, sostuvo el defensor nacional.
A pesar de alejarse del club de sus amores para dibujar su propio camino, el destino lo terminó por llevar al club de Ate, donde tuvo un debut soñado por él y por su padre, quien fue uno de los más emocionados al ver como su heredero cumplía uno de sus principales sueños.
“Mi sueño siempre era jugar en Universitario, aunque debo confesar que jamás pensé debutar en el club, pero me puso muy contento cuando se dio, a pesar que lo hice en un momento que no nos iba muy bien. Era totalmente distinto al cuadro que tenía mi ‘viejo’ porque ese equipo era una máquina y quedó en la historia por los títulos, cosa que también espero conseguir algún día”, agregó.
Su pase frustrado al fútbol uruguayo y su decisión de dejar el torneo peruano
Tras su paso por Universitario, Gustavo Dulanto jugó en UTC para luego llegar a Real Garcilaso. En el cuadro del Cusco tuvo la regularidad que buscaba, aunque en el último tramo de su estadía perdió la confianza del comando técnico por razones que, hasta el día de hoy, continúa sin entender. En ese periodo de tiempo, le llegó la propuesta de un club extranjero, el mismo que prefirió no mencionar debido a que las negociaciones no llegaron a buen puerto.
"Llegó una propuesta del fútbol uruguayo y Real Garcilaso la rechazó porque dijeron que era importante para el equipo. Sin embargo, a los días se refuerzan con un central chileno y la historia cambió. Yo me lo podía ‘comer’ porque confío en mis cualidades, pero llegó y lo pusieron de una. Me pareció contradictorio. Pasó un tiempo y rescindí contrato con el club cusqueño y no tenía nada. Siempre decía que estaba esperando algo de afuera y se dio lo de Europa”, acotó.
El sueño que espera cumplir en Boavista de Portugal
Gustavo Dulanto no se conforma con haber pegado el salto al fútbol de Europa. Ahora, espera quedar en la historia de Boavista y que lo recuerden de gran manera cuando le toque partir de la institución que le dio la oportunidad de tener su primera experiencia en el ‘viejo continente’.
“Vine con la meta de jugar todos los partidos que pueda. Por eso, espero jugar las 11 fechas que restan porque el nivel es muy ‘bravo’. Si se me da, hay mas posibilidades de estar en la Selección Peruana, que es algo con lo que todo futbolista sueña. No quiero pasar desapercibido, quiero que se acuerden del peruano que paso por acá”, señaló el defensa nacional.
La Selección Peruana, su tarea pendiente
Gustavo Dulanto confesó no tener comunicación alguna con el comando técnico de la Selección Peruana desde que llegó a Portugal. Sin embargo, sabe que las posibilidades siempre estarán, por lo que se mentaliza en seguir por el camino que recorre para tentar una futura convocatoria al combinado nacional.
"No he tenido contacto con la gente de la Selección Peruana. A quién no le gustaría representar a su país. Todos los días trabajo para ello, pero primero -antes que todo- esta Boavista porque es el club que confío en mí. El profesor Ricardo Gareca tiene un grupo establecido. Los que podamos entrar tenemos que estar mejor que los que habitualmente convocan.
Por otro lado, destacó el nivel de defensa en la actualidad, lo que complica aún más sus aspiraciones de defender al bicolor, pero lo motivan a seguir superándose día a día.
“Carlos Zambrano fichó por un gran equipo de Argentina; Luis Abram, está en Vélez Sarsfield; Miguel Araujo se afianzó en Holanda; Anderson Santamaría sabemos la calidad de jugador que es; incluso compito con Alexander Callens. Es lindo porque hay competencia. Me siento capaz de pelear un puesto, siempre pienso que soy el mejor”, finalizó.