La frase que elegí de título es totalmente falsa. Es una afirmación muy instalada en los vestuarios del Monumental y Matute, pensada como una expresión de ánimo, pero ahora dicha como un aliento para ganar como sea. Y en el fútbol no se gana como sea. Los clásicos se juegan para ganarlos. Hay que idear una estrategia y saber efectuarla. Hay que atacar por donde duele. Hay que sobrevivir a los momentos complicados con una defensa rigurosa y con un arquero que te salve, y, desde luego, hay que tener la medida ideal de suerte de tu lado. El que complete ese plan será el ganador del partido.
Dicho esto, nosotros, los periodistas, nos animamos siempre a vaticinar cuáles serán los planes de los técnicos para intentar ganar el encuentro. Y por más que sabemos que tenemos mucho que perder, y que lo más probable es que nuestro análisis quede desacreditado por el juego mismo, lo volveremos a hacer una y otra vez. Aquí voy de nuevo.
El entorno propone un partido cerrado. Que los dos peleen arriba en la tabla, los debería volver más cautelosos para no perder. Sin embargo, yo me imagino un partido abierto, con ocasiones de gol, ya que ambos equipos tienen la característica de ir para adelante. Claro, cada uno en su forma. Universitario de Deportes intentará contragolpear rápido cuando vea huecos arriba y si no, tratará de tener el control de la pelota con Guarderas y Alfageme hasta pasar los tres cuartos de cancha y a partir de ahí, verticalidad pura con Hohberg y Quintero. Mientras que Alianza Lima será directo desde donde pueda. Bengoechea bombardeará de centros a sus dos delanteros. Un ingrediente extra para pensar en un partido con ida y vuelta es el árbitro del duelo, Joel Alarcón. Es uno de los pocos jueces nacionales que se preocupa de no cortar el juego por cualquier contacto. El que sea de los que “no arbitre con el silbato en la boca” hará que el partido sea más fluido y que gane el espectáculo.
El Universitario de Deportes de Comizzo es más confiable que el de Córdova. El gran mérito del técnico argentino reside en volver al equipo más sólido atrás. Ya no se suman los laterales al mismo tiempo y Alfageme nunca pierde su posición. Es decir, a la U nunca lo vamos a ver defendiendo con menos de cuatro futbolistas. Desde que arrancó el Clausura, a los cremas sólo le han convertido tres goles. En el medio Guarderas acompaña siempre a Alfa y además es el encargado de trasladar la pelota hacia los ofensivos. Arriba a Universitario no le sobra nada, te gana con alguna individualidad de los delanteros, pero no te golea.
En Alianza Lima paradójicamente pasa lo contrario. Con 14 tantos, es de los equipos con más goles a favor, pero a la hora de defender sufre y bastante. Hasta el momento, le han anotado diez goles en el Clausura y a Bengoechea le viene costando encontrar una defensa que salga de memoria. Del mediocampo para adelante, la cosa cambia. En ofensiva los blanquiazules cuentan con diferentes armas que pueden hacerle daño a cualquier defensa del torneo: los centros de los laterales a los delanteros, los pases frontales de Cruzado, el desequilibrio de Quevedo y Felucho por los costados y las segundas pelotas que dejen los delanteros tras los pelotazos al área. Ni hablar de la táctica fija.
Aquí las alineaciones que auguro: Universitario de Deportes: Carvallo, Corzo, Ramos, Quina, Vásquez, Alfageme, Guarde- ras, Barreto, Quintero, Hohberg y Osorio.
Alianza Lima: Gallese, Salazar, Beltrán, Riojas, Caro, Cartagena, Cruzado, Quevedo, Felipe Rodríguez, Balboa y Federico Rodríguez.
Más allá de que si se cumplen o no mis predicciones, espero seriamente que los dos equipos nos regalen un partidazo de ida y vuelta. Que el clásico sea bien jugado y con eso, claramente, ganamos todos.
► Duro castigo: Santos FC suspende a Christian Cueva tras ser captado en pelea