La Universidad César Vallejo y Molinos El Pirata -campeones de la Segunda División y la Copa Perú– ascendieron ayer a Primera División. Gran noticia, pues estos resultados marcan el retorno de la liga a dos plazas tan importantes como Trujillo y Chiclayo, ciudades del norte que no podían seguir privadas de la fiesta del fútbol profesional.
Mientras la UCV de ‘Chemo’ del Solar superó 3-1 en Casa Grande al también trujillano Carlos A. Mannucci, el equipo más popular de la capital liberteña, el Molinos El Pirata vapuleó por 6 a 0 al modesto UDA de Huancavelica y se adjudicó la Copa Perú 2018.
La Vallejo y El Pirata no serán, sin embargo, los únicos nuevos inquilinos del torneo, ya la liga 2019 contará con 18 equipos. Para ello, otros dos cupos adicionales se disputarán desde este jueves en un cuadrangular que enfrentará al segundo (Mannucci) y tercero (Cienciano) de la ‘división de plata’ con el segundo (Alianza Universidad de Huánuco) y el tercero (Santos de Nazca) de la Copa Perú.
Nuevamente, las autoridades del fútbol se esmeran para superarse a sí mismas, logrando que las bases de la liga del año próximo parezcan aún más confusas y disparatadas que las del torneo actual. Solo así se entiende que ahora puedan ascender hasta tres equipos de la Copa Perú, mientras se hacen esfuerzos para elevar el profesionalismo de los clubes de primera, que deben superar cada vez mayores requisitos de infraestructura y trabajo de menores.
Pero esa es otra historia. Hoy, saludemos el retorno de Trujillo y Chiclayo, dos plazas históricas que se estaban haciendo extrañar en la Primera División del fútbol peruano.
Escribe: Guillermo Denegri
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