Talía Azcárate (26) es uno de los rostros del Gol Perú, canal de televisión deportivo que está cerca de cumplir un año al aire. El fútbol, sin embargo, no es solo es su trabajo, sino también su pasión. Tanto así que de pequeña soñó con ser futbolista profesional. Con Depor conversó sobre su faceta poco conocida.
¿Cómo nace tu relación con el deporte?
Por casualidad. Mi papá jugaba en la liga de San Isidro cuando yo tenía 5 años. Mi mamá estaba harta que se vaya tan seguido a la cancha. Entonces, un día ella le dijo: si te vas a jugar, llévate a Talía. Mi mamá pensaba que él iba a regresar más rápido a casa. Ese fue el punto de quiebre. Los amigos de mi papá también llevaban a sus hijos y nos juntábamos a jugar. Desde entonces, no dejé de acompañarlo. Ahí conocí el fútbol.
¿Siempre jugaste fútbol con chicos?
Yo siempre jugaba fútbol en el recreo del colegio (Carmelitas), pero con hombres. Encontrar diez chicas más era imposible, para el fútbol 7 era lo mismo. Mi opción era jugar con hombres. Tampoco había difusión del fútbol femenino.
¿Competiste en algún campeonato de varones?
Sí. Mi papá también jugó en el Circolo Italiano. En los equipos de menores estaban Adrián Zela, Oscar Vega (Deportivo Municipal) y Luis García (Melgar). El entrenador me dijo que en las bases del torneo de la Copa de la Amistad no decía nada sobre que una mujer no podía jugar. Yo estaba encantada. Recuerdo que todos los chicos me protegían cuando me tocó entrar al campo. Si bien jugué poco, fue mi primera experiencia en un campeonato verdadero.
¿Cómo llegaste a la Selección Peruana?
Estaba en primero de secundaria e iba a empezar el torneo de Adecore de mujeres. El profesor de educación de mi colegio me pidió que armara un equipo de mujeres. Campeonamos los 3 años que participamos. Tenía una amiga a la que siempre enfrentaba. Ella jugaba en la selección y me invitó a pasar las pruebas. Justo se iba a jugar un Sudamericano en Chile (2006). Para mí fue un sueño. Nunca imaginé, ni de casualidad, que había tantas mujeres jugando al mismo nivel. Hicieron un partido de práctica. La entrenadoraLorena Bossman comenzó apuntar a las que destacaban. Metí 3 goles y me quedé.
¿Y en el Sudamericano?
Aunque no clasificamos al mundial, nos fue muy bien. Quedamos terceras. Le ganamos a Argentina y a Chile. Brasil nos ganó 5-0. Ellas eran tremendamente superiores. Jugué contra Marta. De hecho le cambié mi camiseta. Ella era mi referente. Jugaba en Suecia y vivía del fútbol. Yo también quería hacer eso. Sin embargo, la situación del fútbol femenino en el país es totalmente distinta. No hay apoyo económico. Jugaba por la selección por amor a la camiseta. Una va creciendo y se da cuenta de que tienes que seguir una carrera, trabajar como cualquier persona y no lo puedes sostener con el fútbol. Acá no.
Tuviste una chance de jugar en el extranjero.
Me ofrecieron una beca para estudiar en Estados Unidos. Al final decidí estudiar marketing en Lima.
¿Por qué no te quedaste allá?
Estaba muy chica. Tenía 17 años. Viajé, conocí la universidad. Pero finalmente preferí regresarme. Además, me implicaba dejar a mi familia. No sé si fue la mejor decisión. Hoy estoy feliz con lo que hago. No logré como futbolista lo que me hubiese gustado hacer, pero creo que en este plano ligada al deporte estoy logrando cosas que me dejan satisfechas.
¿En qué posición juegas?
Volante por derecha. Hasta ahora. Siempre mantuve la misma posición.
¿A qué jugador admiras en varones?
El 'Gordo' Ronaldo. Soy hinchas del Barcelona, pero esa época de los galácticos me llamó mucho la atención. Generalmente me gusta el fútbol. También me encanta Pirlo. Sigo a muchos jugadores y ligas. No por obligación, sino por gusto.
¿De qué equipo eres hincha?
Soy de un equipo, pero no lo puedo decir. Uno pierde el fanatismo porque ya es parte de tu trabajo. Yo lo hago con toda objetividad. Mi papá es hincha. Él me vestía de pies a cabeza del equipo del que es hasta la actualidad. Una se ve influenciada por eso.
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