Durante cinco años, un argentino de baja estatura, sin cabello y siempre vestido en buzo se robó la atención de los hinchas y el periodismo. Este personaje jamás estuvo quieto, no paraba de moverse en la banca, pasaba horas de horas mirando cintas de VHS de los rivales, analizando a sus propios futbolistas. Nadie, resaltamos nadie, imaginó que dirigía a la selección de su país. Su nombre es Jorge Sampaoli.
Primera semana de enero de 2002. Juan Aurich arrancaba su pretemporada en el puerto de Pimentel. Los futbolistas esperaban que Medardo El Brujo Arce sea el encargado de los entrenamientos, pero apareció Jorge Sampaoli. El argentino llegó a un club sin fondos y con deudas al plantal del año anterior. Pensar en refuerzos era una utopía.
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Por el momento no hay nada. Vamos a consolidar a nuestros jugadores", declaró José Luis Salazar, presidente de Juan Aurich. Días después, como por arte de magia, llegaron Abel Lobatón, Chiquito Flores y Kukín Flores. Este último anotó el primer gol de la era Jorge Sampaoli, en la derrota 2-1 ante la 'U' en el inicio del Torneo Apertura 2002.
Jorge Sampaoli renunció en Juan Aurich el 16 de abril por desacuerdos dirigenciales. Juan José Salazar, quien lo trajo a nuestro país, dejó la presidencia del ciclón en una irregular elección. A inicios de junio, el Hombrecito llegó al Sport Boys de El Callao. El cuadro rosado coquetaba con el descenso, lo salvó y estaba en camino a clasificar a la Copa Libertadores en 2003, pero la huelga de futbolistas truncó el sueño rosado.
"No estoy de acuerdo con el proyecto del Sport Boys, que no tiene nada que ver con el mío", fueron las palabras de Jorge Sampaoli al despedirse del club chalaco en enero de 2004. Tres meses después, el Hombrecito apareció en Tacna. Coronel Bolognesi pasó innolvidables temporadas, en torneos nacionales e internacionales, bajo su cargo
"La idea no se centra solo en este año, es un proyecto", fueron las primeras palabras de Jorge Sampaoli en su presentación como entrenador de Sporting Cristal. Este plan revolucionario, con tintes bielsistas, se hizo añicos en solo cinco meses. El rioplatense renunció tras una dura goleada de 3-0 ante San Martín.
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