No todo es felicidad para el técnico peruano Roberto Mosquera tras colocar al club boliviano Jorge Wilstermann en los cuartos de final de la Copa Libertadores. El estadio Félix Capriles de Cochabamba no estaría habilitado para recibir a River Plate de Argentina en la siguiente fase.
Dicho escenario, en el cual Wilstermann juega de local, será cerrado el 23 de este mes para iniciar los trabajos de remodelación con miras a los Juegos Odesur del próximo año. Dicha situación no le agrada al entrenador, pues su equipo se hace fuerte en dicho escenario.
El conjunto de Cochabamba recibió un permiso para jugar en el Felix Capriles ante el Atlético Mineiro de Brasil en octavos de final. Los dirigentes hacen todo lo posible para que las autoridades de la ciudad logren aplazar el inicio de los trabajos nuevamente.
Una posibilidad sería trasladar el partido contra River Plate a Sucre, aunque el pedido de los hinchas es hacer todo lo posible para no moverse. "Si no podemos jugar en casa, que sería lo ideal, nos vamos a trasladar a Sucre. No queremos sacar ventaja deportiva y jugaremos en una altura similar", señaló el presidente del club, Grover Vargas a La Nación de Argentina.
Las sedes de Oruro y La Paz quedaron descartadas debido a que superan la altura de Cochabamba. Más allá de esta situación, Roberto Mosquera y Jorge Wilstermann quieren seguir haciendo historia.
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