Después de cinco meses de competencia, la Liga 2 2024 entró en su etapa de play-offs y dentro de poco conoceremos a los dos clubes que conseguirán un boleto para ascender a la Liga 1 2025. De los seis equipos que llegaron hasta esta instancia –cuatro en cuartos de final y dos esperando en semifinales–, uno viene siendo cuestionado -por cierta parte de la opinión pública- desde que inició la competición: el Club Deportivo Juan Pablo II College. Sucede que este cuadro es presidido por Orfelinda Correa, esposa de Agustín Lozano, presidente de la Federación Peruana de Fútbol (FPF), actualmente investigado por el Ministerio Público.
Cuando esta información se hizo pública, se cuestionó el posible conflicto de intereses que podría favorecer a esta institución deportiva, ya sea en la toma de decisiones dentro del torneo de ascenso o por el simple hecho de que el presidente de la FPF sea uno de sus propietarios. Al ser preguntado sobre esto, el propio Lozano se defendió utilizando como ejemplo a Edwin Oviedo, quien estuvo al mando de Juan Aurich y también llegó a la presidencia del máximo ente rector del fútbol peruano.
“¿Cuando estaba Aurich había problemas? ¿Por qué antes no lo había y ahora tendría que haberlo? Todos los presidentes tienen un club. ¿Al club Juan Pablo se le debería quitar el derecho de participar? Es un esfuerzo de muchos años. El mensaje que puedo dar y para todos los presidentes de clubes es que lo que hizo Juan Pablo debe tomarse como un ejemplo. Yo soy el dueño. Mi propiedad agrícola la puse a disposición de mi club. Pensando a largo plazo es que hice toda esa reforestación”, sostuvo en marzo, durante una entrevista con el programa Fútbol Como Cancha.
Fundado en 2015 en Chongoyape (Chiclayo, Lambayeque), Juan Pablo II College tuvo que recorrer un largo camino para ascender hasta la Liga 2 y tentar por un lugar en la máxima categoría del fútbol peruano, tal como podría suceder en esta temporada si llega hasta la final de los play-offs. Agustín Lozano utilizó su propio dinero para iniciar este proyecto hace casi una década. “En 2018 comenzamos a edificar e hice mi cancha de fulbito, construí mi casa desde 2019, con mis canchas, mis camerinos, porque soy un apasionado del fútbol. ¿Cómo se financió? Con mis recursos, nuestros recursos, recursos lícitos y bancarizados”, explicó en el programa de RPP.
Para Lozano, administrar un club de fútbol es mucho más rentable que otras actividades económicas y puso como ejemplo lo que hizo para gestionar al Juan Pablo II College. “El fútbol a mí me apasiona, probablemente sea más rentable si lo sabes administrar, si me preguntas como dirigente, sí. Si eres un dirigente que sabes proyectarte, probablemente sea más rentable, para mí sí lo es. Hay muestras en Sudamérica, como Ecuador”, agregó al respecto.
Sin embargo, el conjunto norteño no pudo quitarse los cuestionamientos de encima y esto se agravó aún más con las exclusiones de Juan Aurich y Unión Huaral, clubes que perdieron la posibilidad de participar en la Liga 2 2024 tras las resoluciones del Tribunal de Licencias de la FPF. Coincidentemente, estos equipos pertenecían a la Zona Norte de la competición junto al Juan Pablo II College, donde de nueve participantes seis clasificaban a la Fase de Grupos.
Julio García, abogado de Juan Aurich y Unión Huaral en esta disputa con el Tribunal de Licencias –la misma que los mandó a la Liga 3 2025–, fue claro y directo en una entrevista con RPP. “A estas alturas, el único efecto que le puedo encontrar lógica es que estos dos clubes compiten y forman parte de los nueve clubes de la Zona Norte en la Liga 2, grupo en el que también está el equipo del señor Agustín Lozano. Él ha dicho que es dueño del Juan Pablo II, y de pronto se beneficia porque tiene dos rivales menos y el club más tradicional de Lambayeque (Juan Aurich) queda fuera”, argumentó.
Por si fuera poco, el letrado no solo acusó a Agustín Lozano (investigado haber cometido los presuntos delitos de lavado de activos cuando era alcalde del distrito de Chongoyape), sino también a Sabrina Martin, secretaria general de la FPF, de haber ejercido una presión ilegal durante la audiencia donde se iba a determinar si los clubes que él defendía seguirían en competencia o no. “Estamos en capacidad de demostrar que el presidente de la Federación y la secretaria general han ejercido una presión ilegal y desgraciadamente se ha dado la resolución de ahora, que ignora una serie de cosas. Han llamado directamente a los miembros (del Tribunal de Licencias) para que cambien su decisión”, soltó.
Un camino hacia la Liga 1 con polémica
Con esta controversia de por medio, Juan Pablo II College se mantuvo al margen y participó de la Liga 2 2024 sin ningún inconveniente. En la Fase Regional terminó cuatro en la Zona Norte, registrando 15 puntos producto de cuatro triunfos, tres empates y cinco derrotas, además de 10 goles a favor y 15 en contra. Ya en la siguiente etapa, la misma que culminó el pasado 28 de septiembre, el cuadro norteño cerró como líder del Grupo A, con 19 puntos tras seis victorias, un empate y tres derrotas, con 16 tantos a favor y 12 en contra.
Por haber terminado en la cima del Grupo A, el cuadro chongoyapino clasificó de manera directa a las semifinales y enfrentará al ganador de la llave entre Deportivo Llacuabamba y Comerciantes FC. En el otro extremo, Alianza Universidad medirá fuerzas con el vencedor del duelo entre la Academia Cantolao y Santos FC. Un detalle a considerar es que los cuartos de final se resolverán a partido único, mientras que las ‘semis’ con encuentros de ida y vuelta. Si en cualquiera de estos compromisos persiste el empate de puntos y diferencia de goles durante el tiempo regular, el ganador se definirá desde la tanda de penales.
Independientemente de quién sea el campeón de la Liga 1 2024, los dos finalistas tendrán su boleto para la Liga 1 2025. Esto quiere decir que Juan Pablo II College está a dos partidos de dar el salto a la categoría de oro del balompié nacional, algo que sin lugar a dudas seguirá generando polémica alrededor suyo. Recordemos que los ‘Juanpablinos’ accedieron a la Segunda División tras quedar semifinalistas de la Copa Perú 2023, torneo donde también estuvieron en el ojo de la tormenta.
Al instalarse en los cuartos de final de la Etapa Nacional, quedaron emparejados con Los Diablos Rojos de Juliaca, uno de los clubes más temidos del fútbol macho. Todo tenía que definirse en partidos de ida y vuelta, tal como estaba establecido en el reglamento del certamen desde inicios de año. Sin embargo, la Subcomisión de Fútbol Aficionado (FPF) intervino sorpresivamente y cambió los estatutos, trasladando estas llaves a una sede neutral (Lima y Callao) y quitándole el atractivo de los enfrentamientos en las localías de los equipos –donde precisamente Los Diablos Rojos tenían mucha ventaja por los 3824 m.s.n.m. de Juliaca–.
Finalmente, Juan Pablo II College se impuso por 2-1 en el Estadio Iván Elías Moreno y eliminó a Los Diablos Rojos, quitándole la posibilidad de ascender a la Liga 2. Previo al encuentro, los juliaqueños alzaron su voz de protesta. “Se perturba la igualdad de condiciones de la competición, lo cual genera suspicacias de cara a nuestro siguiente compromiso, el cual se tenía que jugar en partidos de ida y vuelta, iniciándose primero este fin de semana en Juliaca, pero que ahora solo se desarrollaría en un partido único en la capital. Sin duda, pareciera que se favoreciera al club Juan Pablo II de Chongoyape, presidido por la esposa del presidente de la FPF”, señalaron en un comunicado.
Otros clubes vinculados a presidentes de federaciones
El caso de Juan Pablo II College es muy parecido al de Arsenal de Sarandí, que por estos días milita en la Primera Nacional (Segunda División de Argentina) y pelea por no descender a la Primera B (Tercera División). El elenco argentino fue fundando en enero de 1957 por un grupo de amigos junto a Julio Humberto Grondona, quien fue su presidente hasta julio de 1976. En 1962 tuvo su primer ascenso a Primera C como campeón invicto, mientras que en los años posteriores continuó saltando más categorías: de Primera C a Primera B en 1986 y de Primera B Metropolitana a Nacional B en 1992.
Para entonces, Grondona ya llevaba años siendo presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) –cargo en el que estuvo por 35 años, desde 1979 hasta 2014, año de su fallecimiento– y siempre se lo vinculó con decisiones que favorecieron al club del cual fue presidente, y del que actualmente está a cargo su hijo Julio Ricardo. En 1996, por ejemplo, la AFA promovió una reestructuración del ascenso de manera inesperada, lo que provocó que Arsenal de Sarandí no perdiera la categoría. Por aquellos días esta medida generó mucha polémica en la prensa argentina.
Si bien actualmente el ‘Viaducto’ está luchando por no caer en la Tercera División, vivió muchos años de gloria en la década de los 2000 y cosechó títulos importantes desde que en 2002 llegó a Primera División. En cuanto al plano nacional, destacan el Torneo Clausura 2012, la Supercopa Argentina 2012 –que le ganó a Boca Juniors en tanda de penales– y la Copa Argentina 2012-13. Pero sin duda alguna, sus mayores logros lo consiguió internacionalmente, tras levantar la Copa Sudamericana 2007 –tras vencer en la final al América de México– y la Copa Suruga Bank 2008 –donde derrotaron por 1-0 al Gamba Osaka en el único partido disputado en Japón–.
Curiosamente, la consagración en la Copa Sudamericana 2007 tuvo un capítulo vinculado a Julio Grondona y que por supuesto no dejó de ser controversial. Tras vencer por 3-2 al América en condición de visitante, todo estaba pintado para que festejaran en casa. En la vuelta, disputada en el Cilindro de Avellaneda, el marcador final fue una derrota ajustadísima por 2-1, lo que dejaba el marcador global en 4-4. ¿Qué pasó? Apenas unos días antes a la segunda final, la CONMEBOL cambió el reglamento e hizo valer doble el gol de visitante. Esa movida se le atribuyó atribuyó a Grondona, representante de la CONMEBOL en la FIFA, donde además era el vicepresidente senior y uno de los dirigentes de mayor peso en el continente.
Barracas Central es otro ejemplo que hay en Argentina. Fundando hace 120 años, el ‘Guapo’ tomó un nuevo camino hacia el profesionalismo en 2001, cuando Claudio ‘Chiqui’ Tapia asumió la presidencia en uno de los momentos más críticos de la institución y con un graves problemas económicos que ponían en peligro su permanencia en la Primera C. Mientras que Tapia empezaba a tener peso como uno de los dirigentes más importantes del ascenso argentino, su equipo alcanzó la Primera B Metropolitana en 2010. Así pues, codeándose con gente poderosa llegó a ser el segundo vicepresidente de la AFA en 2015, para posteriormente ser nombrado el presidente en 2017, con 40 votos a favor y tres abstenciones.
Cuando llegó a la presidencia de la AFA todavía estaba al mando de Barracas Central, donde recién salió en 2020 para cederle la posta a su hijo Matías. El ascenso a Primera División se dio en 2021, pero este estuvo empañado por muchas controversias a partir de decisiones arbitrales cuestionables que favorecieron al equipo en las 34 fechas del campeonato, como nueve penales a favor y solo cuatro en contra. Aunque los éxitos de la Selección Argentina han permitido que ‘Chiqui’ Tapia goce de cierta aprobación por parte de la hinchada, lo cierto es que un gran sector demuestra su rechazo hacia Barracas por las dudas que empañaron su ascenso y los nexos que aún mantiene con las cabezas que manejan el fútbol argentino.
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