Perú corrió mucho. Es verdad. No fuimos superados físicamente y competimos esa faceta del juego.
Ordenados en campo propio, con el sacrificio de los volantes ofensivos que ayudaron en la marca y salieron rápido a buscar el contragolpe, tuvimos mejores ocasiones para abrir el marcador. Sin embargo, no todos recorren los mismos metros y eso siempre representa un problema en un equipo.
Bolivia, lejos de ser intenso y directo, tuvo paciencia, buscó siempre usar todo el ancho del campo, pero careció de cambio de ritmo y sorpresa.Sin lograr mandar en el trámite del juego, se puso arriba en el marcador con un buen gol de tiro libre.
En la segunda mitad, ambos equipos pasaron la mitad de la cancha a toda velocidad, ninguno quiso conquistar el balón, pero se jugó con gran dinámica.
Justo antes del segundo gol boliviano, Perú asoció bien por el medio, los laterales fueron opción en ataque y los delanteros entraban en el juego, se recuperaron pelotas en campo boliviano y parecía que podíamos empatarlo.
Si la idea era competir de igual a igual el aspecto físico, estuvimos cerca, si la otra parte del plan era ser ordenados en campo propio, salir de contra y aprovechar las ocasiones también estuvimos cerca.
Pero no alcanzó…
Deberíamos cambiar de plan, posiblemente tampoco alcance como en los últimos años.
Pero correríamos para jugar y no al revés. Nos reencontraríamos con nuestra esencia e historia.
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#SelecciónPeruana: análisis jugador por jugador tras derrota en La Paz. https://t.co/qKP1lIAbbr pic.twitter.com/96HrpJKWZl— Diario Depor (@deporpe) September 2, 2016