En el que pocos creían y muchos juzgaban… excepto Ricardo Gareca.
Christian Cueva es el corazón de la 'bicolor', casi casi la nueva imagen de la moneda nacional y la figura peruana que encarna pura ambición y perseverancia. Y es que el nuevo Cueva luchó constantemente contra su propia imagen de pelotero peruano y actualmente es un crack indiscutible en Perú y en Sao Paulo. Es, lejos, el mejor peruano actuando en el extranjero. Solo con cordura y con humildad entrará en la lista de ídolos nacionales. De él depende…de él siempre dependió.
La destacada actuación de Cueva en la goleada histórica de Perú ante Paraguay en Asunción corresponde al crecimiento futbolístico y personal que ganó en México y Brasil, respectivamente. Ahora lo miran con otros ojos en Europa. Pero, ¿Qué aspectos ayudaron a Christian a convertirse en figura?
Primero. En tierras aztecas, Cueva se alejó de la imagen iracunda que creó luego de pegarle a un hincha de Alianza Lima y aprendió, desde la banca de suplentes, a ser prudente y respetuoso con las decisiones del técnico. Allí también le llamaron la atención por ser un extranjero que no marcaba la diferencia.
Por eso, Christian entró en una dieta rigurosa para mejorar su forma física, se rodeó de la familia y su responsabilidad paternal – con el nacimiento de su primera hija – se reflejó con el compromiso que desplegó en cada entrenamiento. Consecuentemente, destacó en la Copa Libertadores y hasta se hizo acreedor al 'Mejor jugador del partido' de la poderosa cadena Fox Sports.
En sus retornos a Lima, Cueva fue reforzando su confianza con Ricardo Gareca. El 'Tigre' lo cuida como a un hijo, lo respaldó cuando la gente pedía a Cristian Benavente en su lugar, le hizo ver además sus propias virtudes y hasta lo aconsejó, durante una concentración de la Copa América Centenario, de migrar a la liga brasileña, ante la oferta concreta de Sao Paulo del 'Patón' Bauza.
Cueva escuchó al argentino, le hizo caso. Arriesgó por una liga más competitiva. La rompió en Estados Unidos. Con gran actuación, eliminó históricamente a Brasil. Luego cogió sus maletas para ir Brasil con toda la familia. Allí, Bauza lo empoderó, le otorgó facultades de estrella y lo hizo protagonista en un club en el que brillaron cracks como Cafu, Rivaldo y Kaká. Christian es el conductor de Sao Paulo. Patea los tiros libres, penales y ha hecho olvidar al mítico Rogerio Ceni.
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'Aladino' aprendió del pasado. En Unión Española de Chile lo relegaron. En Rayo Vallecano de España no tuvo muchos minutos, no la pasó bien y hasta viajaba a Francia a ver su amigo Jean Deza para sentir un calor de hogar. En Alianza Lima, un sector de fanáticos lo juzgaron de 'pecho frío' y, consecuentemente, Christian no dudó en irse a los golpes y duelos verbales con ellos. En resumidas cuentas, pocos creían en él.
Cueva aprendió de sus errores. Ya no es 'Cuevita'. Ahora, Christian es amado por Perú y Perú ama sus jugadas y goles.
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