Cuando conversamos en exclusiva con Ramón Maradiaga, previo al duelo contra Perú en Estados Unidos, el técnico de El Salvador se refirió con una mística especial a Luis Gustavo Giribaildi, el preparador físico peruano que trabaja a su lado como protagonista silencioso en Centro América.
Para Ramón Maradiaga, Giribaildi es el obrero fundamental en este recambio generacional de El Salvador que necesita a hombres llenos de aire y con pulmones resistentes para sacar del hoyo estadístico a una selección que no pisa un Mundial hace 34 años.
En ese contexto, nos comunicamos con Giribaildi y él desde un aeropuerto de Houston nos responde. Esta es su historia.
¿Cuánto tiempo tiene trabajando junto al técnico Ramón Maradiaga?El me trajo a Centro América en el 99'. Luego, decidí seguir mi carrera como preparador físico en otros clubes, pero hace dos años retorné con Maradiaga, y juntos hoy asumimos el reto de llevar a El Salvador al Mundial de Rusia 2018, pese a los malos resultados que se ha conseguido.
¿El fútbol peruano le exigió salir del país para desarrollar de mejor forma su carrera como preparador físico?Se me dio la oportunidad de salir al extranjero, porque trabajos así nada más no se presentan todos los días. Nunca me sentí obligado a buscar nuevos rumbos. Me buscaron en Perú y tuve la oportunidad de salir.
¿Cuánto influyó en su carrera Ricardo Ángeles?¡Qué en paz descanse! Él influyó mucho en mi carrera y, por eso, estoy donde estoy actualmente. Trabajamos juntos en Perú cuando él laboraba en San Agustín con el profesor Carlos Daniel Jurado.
¿Proyecta regresar al Perú para poder volcar todos sus conocimientos adquiridos en Centro América?Por supuesto. Pero, primero, debe presentarse una oportunidad laboral, ya que el fútbol es una profesión 'gitana'. Estuve en Guatemala, El Salvador, Honduras, Estados Unidos, y si evalué la posibilidad de retornar, porque además se extrañan muchas cosas de Perú.
¿Es bastante difícil estar lejos de su país tantos años?Navego en un mar de entrenadores de roce internacional, entre los que destacan argentinos, uruguayos, y es difícil mantenerte en un nivel en un nivel de competencia. Acá aprendí que al profesional se le valora por la procedencia nacional. Gracias a Dios, me hice de un nombre.
¿Con qué personajes reconocidos del fútbol se ha podido chocar en los viajes que realizó durante las capacitaciones?Con el argentino Horacio Cordero [destacó como técnico de Municipal y Comunicaciones, los equipos más populares de Guatemala], Alberto Jorge Esposito [trabajó en Racing, Newells Old Boys y Belgrano], Alejandro Domínguez [ex técnico del América – México], José Treviño [ex técnico de Monterrey – México], entre otros.
No he tenido la necesidad de capacitarme en Sudamérica, porque acá está más desarrollada la visión tecnológica y futbolística.
¿Hay mucha diferencia tecnológica entre El Salvador (Centro América) y Perú (Sudamérica)?)La hay porque nosotros podemos adquirir tecnología creada por Estados Unidos o México. Además, los jugadores están constantemente sometidos a exámenes médicos, y para ello es necesario tener a la mano varios elementos científicos.
A esto súmale la inversión de las federaciones para capacitar a su cuerpo técnico en otros países donde el nivel futbolístico es mayor (Pachuca, América, MLS de Estados Unidos).
¿Cuál es el análisis que tiene de la pobre campaña de El Salvador en su camino al Mundial Rusia 2018?Es un proceso a largo plazo. Una generación importante de jugadores se fue y estamos adaptando al equipo al recambio generacional.
Con Ramón Maradiaga trabajamos muy bien juntos y tenemos un plan elaborado para comenzar con el cambio futbolístico.
¿La Selección Peruana lo sigue ilusionando?No he perdido ese sufrimiento. Sigo con el deseo de ver a mi selección en un Mundial de fútbol.
Contra la selección de Ricardo Gareca será un duelo muy disputado, por las características defensivas del conjunto peruano.
¿A lo mejor se reencontrará en Estados Unidos con algún jugador peruano cercano a su entorno?¨Ya no quedan jugadores de los que conocí en Perú. Yo conocí a Piero Alva, Miguel Miranda, Sergio Ibarra; a quien mandaré unos tableros de fútbol, porque quiero que me sigan recordando. Ya son otras épocas.
¿Será muy especial enfrentar a su propio país, así sea en un amistoso?Perú, ahora es mi rival y me gustaría ganarle. No niego que será muy especial enfrentar a Perú.
A lo mejor quiere mandar algún saludo a personas que no ve hace mucho tiempo en PerúEn especial al profesor Titín Drago, Víctor Rivera (mi amigo del alma), para la familia Giribaildi y, en especial, a los amigos que se hacen llamar 'El ala dura' de San Roque – Surco (Lima). Tiene que salir ese último saludo, porque sino me matan [risas].
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