Finalmente tocó festejar, de visita y con goleada. Ante Paraguay, el hincha peruano se tomó una pequeña revancha a demasiadas frustraciones. Apostó a alentar y a confiar en sus jugadores, y salió ganando. Un resultado inesperado que alargó la algarabía hasta el partido con Brasil. Enfrentábamos a uno de los mejores del mundo, pero no importaba, teníamos a un Cueva de brillante partido ante el cuadro guaraní y podríamos hacer pelea, quizá con algo de fortuna, ganar nuevamente en Eliminatorias. El 'sí se puede', hasta ese momento, era innecesario.
El paso siguiente era mirar números. En un país devoto, el milagro Rusia 2018, aparecía como una posibilidad. Si gana tal o si pierde el otro, tal vez se pueda. Tal vez, finalmente, divisaríamos esa meta distante del quinto puesto. Sin embargo, Brasil nos demostró en la cancha que son mejores, y que, generalmente, con la entrega no basta, al menos no, en las Eliminatorias más duras del planeta.
Llegó igual el agradecimiento, como suele pasar. Aceptamos que el rival fue superior, sin embargo rescatamos la gran labor de Corzo en la marca y el buen partido que por momentos hizo Aquino. Dejamos a un lado la crítica exacerbada, a veces infantil, de alguien que no se le da lo que pide. Muchos, incluso, obviaron jugar a que dirigen mejor que el técnico o a que definen mejor que el delantero. Paradójicamente, la juventud de nuestra selección coincide con la madurez algo tardía de nuestros hinchas.
El hincha acepta la derrota, sabe que es (casi) imposible clasificar. Se da cuenta de que no alcanza. Y aparece la melancolía, una tristeza sosegada del silencio por una derrota más, predecible. Sin embargo, y al parecer es por los nuevos rostros del equipo, llega también la tenue esperanza del 2022.
El objetivo, finalmente, no es el Mundial, es mejorar. Queríamos correr una maratón sin saber trajinar 100 metros. El hincha después del encuentro ante Brasil y pese a la derrota, apoyó a sus jugadores, valoró su esfuerzo. Por el momento, parece que solo eso les exigirá. Tocará después, no pecar de conformistas. Evitar el 'nada que reprochar' a un equipo que se esforzó (lo mínimo que se le puede pedir a cualquier equipo), pero que cayó vencido. No acostumbrarnos al elogio en la derrota.
Eliminatorias Rusia 2018: así quedó la tabla de posiciones tras la fecha 12
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Mira todos los goles que se marcaron en la fecha 12 de las Eliminatorias sudamericanas rumbo a Rusia 2018. https://t.co/itnB7EnlA8 pic.twitter.com/2SCdXpUJMd— Snap: depor.com (@deporpe) 16 de noviembre de 2016