El fútbol es el deporte de la ilógica, que en ocasiones recompensa el esfuerzo. Ese que solo despliegan los que quieren alcanzar sus sueños, como lo hizo Óscar Vílchez el volante de la Selección Peruana, que se convirtió en pieza clave en el esquema de Ricardo Gareca.
La carrera de 'Neka' no ha sido sencilla y ha tenido de todo, lesiones, problemas, retiro temporal del fútbol, grandes temporadas. Lo real es que la bicolor, ahora, disfruta de la presencia de un 'todo terreno' para los próximos años.
1. Sus inicios Nació en Chiclayo pero creció en Lima por el trabajo de sus padres. Óscar Vílchez buscó una oportunidad en el fútbol y llegó a Alianza Lima junto a su hermano Walter, donde se formó y debutó como profesional.
2. Sus primeros pasos. Gozó de poca continuidad en Alianza Lima y buscó nuevos horizontes. Así, Óscar Vílchez llegó a Sport Ancash y luego a Melgar. En ambos clubes tuvo regularidad y ello le permitió volver a Alianza Lima en 2007, sin imaginar lo que le pasaría.
3. Consejos del maestro. Volvió a Matute el 2007 pero con la idea de ser el '10' íntimo, puesto en el que ya habían muchos jugadores y con ello se recortaban las chances de jugar. Hasta que un día, el maestro César Cueto habló con él y le propuso cambiar de puesto a volante de primera línea. Poco a poco se fue ganando la confianza y estaba listo para jugar.
4. Terrible lesión Pero no todo iba a ser color de rosa. Ese año, entrenando con los blanquiazules, 'Neka' sufrió una dura lesión a los ligamentos de la rodilla izquierda. Fue sometido a una cirugía y no quedó bien. Realizó tratamientos de rehabilitación pero no pudo jugar. El sueño de ser profesional se iba esfumando día a día y más cuando el club ya no quiso costear más el tratamiento.
5. La música, su otra pasión Cuando más quería jugar, peor eran los días. Óscar Vílchez ya tenía problemas para caminar y no encontraba pronta solución. Buscó refugio en su familia y también en la música. Tocando la guitarra, y junto a unos amigos del barrio, formaron una banda de rock con la que pensaba darle un giro a su vida.
6. Ayuda divina Pero en el 2008, Walter, hermano mayor de Neka, jugaba en Puebla de México y consiguió que su hermano pueda realizar una serie de evaluaciones y finalmente sea operado en ese país. Tras la cirugía, 'Neka' vivió un tiempo junto a 'Pacho' mientras realizaba la rehabilitación. El sueño renacía.
7. Volvió a casa Tras luchar junto a su familia por la recuperación, solicitó permiso para volver a entrenar a Alianza Lima y coger ritmo. Poco a poco le fue llenando los ojos al técnico Gustavo Costas, quien aprobó su contratación. En 2009, tras pasar satisfactoriamente los exámenes médicos, fue oficializado como fichaje íntimo.
8. Puso una escuela Pero 'Neka' fue consciente que el fútbol no iba a durar toda la vida y decidió arriesgar junto a sus hermanos Walter y Marjorie (voleibolista). Puso un negocio propio que esté ligado al deporte. Así nació la Escuela Deportiva de los Hermanos Vílchez en Chiclayo. Lamentablemente no les fue bien y esta academia dejó de funcionar al poco tiempo.
9. Un nuevo rumbo El 2012 parecía que sería el año de 'Neka'. Su señora estaba embrazada, venía su primogénito y él se postulaba como el titular en la volante blanquiazul. Pero la crisis en el club le afectó. Tanto que solicitó el pago de la deuda que le tenían, en plena pretemporada en Chile, y al no tener respuesta alguna tomó sus cosas y se desvinculó de los íntimos y al poco tiempo fichó por Sporting Cristal.
10. Se debut en la bicolor Luego de muchos años de esfuerzo y sacrificio, al mediocampista le llegó la primera experiencia en la Selección Peruana. Fue el 12 de octubre del 2013 cuando con Sergio Markarián, como técnico, lo convocó y Perú visitó a Argentina en Buenos Aires. Fue derrota por 3-1 y 'Neka' ingresó en lugar de André Carrillo para jugar sus primeros 21 minutos.
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