Masticando bronca, mostrando resignación y sintiendo una enorme impotencia, así se retiró Paolo Guerrero del Hernando Siles de La Paz. Con la rabia de que el fútbol les volvió a robar la ilusión a causa de desconcentraciones. Esta vez, el desgaste de la Selección Peruana no fue suficiente y el capitán lo sabe y lo siente.
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Siente que Bolivia no fue un justo ganador. Que "si hacemos un análisis del partido, Bolivia no debió ganar" porque para el 'Depredador' el cuadro local nunca se encontró con una chance clara de gol como la bicolor. "Los dos goles fueron de pelota parada (…) en la segundo parte pedían tiempo, se tiraban", agregó.
Y puede que tenga razón. Que su análisis y su corazón le diga que la Selección Peruana debió ganar, traerse tres puntos que los meta en la pelea nuevamente y le devuelva la ilusión al hincha. Pero la realidad es otra, a falta de mucho camino, el equipo de Ricardo Gareca está casi eliminado. Entonces, algo debe cambiar.
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Y si ya no se puede llegar al Mundial, no se debe dejar de pelear. Porque el corazón del peruano es ese y los que recién empiezan en este camino deben aprender a hacer respetar la casa. Así venga Ecuador, en Lima se tiene que ganar porque "es lo que nos queda", según dijo Paolo Guerrero en Radio Ovación antes de volver a Lima.
"Estamos tristes. Los muchachos dejaron todo en cada pelota y jugada dividida. Sabíamos que iba a ser difícil acá en la altura, pero tenemos que olvidar rápido este partido porque en casa tenemos que ganar, es lo único que nos queda", y tiene razón, es lo único que queda.
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