Convivimos con la derrota desde que nacimos. Incluso, desde la cuna, personalmente, sufrí mi primera decepción amorosa con la Selección Peruana, cuando amamantado por la derrota todos – hasta mi madre que de fútbol sabe nada, pero siente mucho – nos veíamos eliminados con un punto de las Eliminatorias Estados Unidos 94.
Bajo ese discurso repetitivo, crecí y crecimos muchos de la categoría 90, una generación que se acostumbró a vivir a punta de recuerdos para inflar el pecho: de la mítica eliminación de Argentina que forzó Perú con los tantos de ‘Cachito’ Ramírez en La Bombonera para clasificar a México 70, del golazo inexplicable del ‘Nene’ Cubillas a Escocia en Argentina 78 y del ‘bombazo’ con suerte de ‘Panadero’ Díaz para celebrar el empate ante Italia en España 82.
A partir de ese momento, muchos nos hicimos hinchas de la ‘huacha’ y del ‘taquito’. Y claro, aprendimos a convivir con el “casi, casi”. Casi clasificamos a Francia 98. Casi ganamos. Casi empatamos. Pero lo cierto es que “casi” siempre terminábamos entre los cuatro o tres últimos de la tabla. De hecho, muchas veces la calculadora se quedaba sin pilas y en Gamarra casi ni se fabricaban a montones las camisetas de la Selección.
Entonces, fue el tiempo el que se hizo protagonista y nos convirtió en un país nostálgico. Tal vez nunca nos dimos cuenta. Como si fuera poco, se hizo nuestro enemigo sin motivo alguno, aun cuando nuestro país generaba jugadores de exportación. Con ‘Ñol’ Solano en la Premier, con Claudio Pizarro en la Bundesliga, con ‘Chemo’ del Solar en La Liga de España o con el ‘Loco’ Vargas en la Serie A.
Evidentemente, durante décadas nos hicimos presos del reloj y del dolor. Aun así, nos convertimos en parroquianos. Sin embargo, ese masoquismo inexplicable se calmó con la esperanza. Somos un país renegón, defectuoso, pero creyente, al fin y al cabo. Y es ahí donde radica nuestra mística; en definitiva, nuestra vida, nuestra historia.
Hoy, a todo pulmón entonamos orgullosos el ‘Y se llama Perú’ de ‘Don’ Arturo Zambo Cavero y de ‘Don’ Óscar Avilés. Porque su interpretación, aún en la derrota, fue nuestro himno, un símbolo de esperanza resumido en patria; una, que muchos, buscaron más allá de las fronteras y hoy – en la distancia - lloran al ver a nuestro Perú en un Mundial.
A partir de hoy, ya nadie nos contará historias y veremos más videos en blanco y negro. Hoy, comienza una nueva historia, y nosotros viviremos para contarlo. Nunca despertamos tan felices. Перу (Perú) está en el Mundial.
La REACCIÓN del Diario Depor por el pase de Perú a Rusia 2018 [VIDEO]