El resultado final lo conocemos todos. La Selección Peruana de Ricardo Gareca clasificó al Mundial luego casi 40 años y llegó a la final de la Copa América tras otras cuatro décadas más de espera. Todos recordamos el once titular base de memoria, que puede variar en uno o dos nombres. Pero todo esto no sucedió de la noche a la mañana. El ‘Tigre’ pasó por un proceso para conseguir estos logros, uno que casi le cuesta, incluso, llegar a los objetivos.
En medio del verano de 2015, Ricardo Gareca fue elegido como entrenador de la Selección Peruana. Era irónico, el argentino había dirigido a la 'U' en dos años nefastos de la bicolor, 2007 y 2008, conocía todas las bondades y maldades de nuestro balompié, la misión casi suicida de dirigir a Perú, aun así aceptó. Quizás en ese momento, comenzó a armar en su mente una alineación.
Algunas primeras ideas quedaron claras en su debut. Su sistema favorito era con cuatro defensas al fondo, dos volantes por dentro en primera línea, una línea de tres adelante con dos por fuera más un enganche y un delantero. Más allá de algunas ausencias por uno u otro motivo, Carlos Lobatón era su capitán, Pedro Gallese su arquero, Renato Tapia su gran apuesta, pero debía definir a quién sentaba entre Claudio Pizarro, Jefferson Farfán y Paolo Guerrero, quienes disputarían dos puestos, así como quién se quedaba con el lugar de extremo zurdo.
Luego de más de un año en el cargo, y una serie de variantes, Ricardo Gareca encontró su equipo muy lejos de Lima. Lo hizo en Asunción, el 10 de noviembre de 2016. Repitió esa alineación en cuatro partidos (en el triunfazo en Quito solo cambió al arquero), sin derrotas. Al año siguiente, ya con tres cambios, no cambio a sus titulares en las tres últimas rondas de la Copa América. En Depor te contamos cómo fue evolucionando la táctica de Ricardo Gareca con la bicolor.
EL INICIO
Sin Claudio Pizarro y Jefferson Farfán, lesionados, Paolo Guerrero, suspendido, Juan Vargas sin ser considerado y un accidente familiar de última hora que dejó fuera a Carlos Lobatón, Ricardo Gareca debutó con la bicolor el 30 de marzo de 2015. Perú perdió 1-0 ante Venezuela en Estados Unidos, pero el ‘Tigre’ dejaba su primera marca. 4-2-3-1 con Irven Ávila de punta, Jean Deza de ’10′ (su última presencia con Perú), Josepmir Ballón al medio y Jair Céspedes en el carril izquierdo, como reemplazo de los ausentes.
De los futuros mundialistas titulares, solo arrancaron Pedro Gallese, Luis Advíncula, Christian Ramos, Renato Tapia y André Carrillo, quien jugó por izquierda. Ese fue el inicio de su once base. Paolo Hurtado, habitual relevo del argentino, jugó por derecha. Christian Cueva ingresó a la media hora por el lesionado Jean Deza, y rápidamente se ganó un lugar. Carlos Zambrano fue titular y capitán.
Ricardo Gareca esperó hasta su cuarto partido para conseguir su primer triunfo con la Selección Peruana. Aún con el 4-2-3-1, algunos titulares mencionados anteriormente recuperaron su lugar en el triunfo por 1-0 ante Venezuela en la Copa América 2015. Juan Vargas arrancó de lateral izquierdo, Carlos Lobatón fue al medio, Claudio Pizarro arrancó de medio punta - obligando a Christian Cueva a ir por izquierda - y Paolo Guerrero fue el delantero.
Además, Carlos Ascues hizo dupla atrás con Carlos Zambrano. La situación de Alberto Rodríguez aún era impredecible por sus lesiones. No está de más destacar que el elegido para ir abierto por derecha fue Joel Sánchez. Claudio Pizarro anotó el único gol del partido.
Unos días después, Perú superó por 3-1 a Bolivia, con triplete de Paolo Guerrero, para llegar a semifinales. Sin Lobatón ni Ballón por lesión, Gareca sabía que debía ir con todo para no perder el rumbo rápidamente y decidió, por primera vez, arrancar con Jefferson Farfán, Paolo Guerrero, Claudio Pizarro y Juan Vargas como titulares. Para que se acoplen, usó un sistema 4-4-2.
La necesidad hizo que Yoshimar Yotun juegue como volante mixto en primera línea, hecho que sería clave no en ese momento, pero sí un año después. Cueva seguía por izquierda y ya se había convertido en la gran apuesta del ‘Tigre’. En el debut de la Copa, le había anotado a nada más y nada menos que a Brasil. Pasó de ser suplente en marzo a titular en junio. En un futuro, Gareca le cambiaría de lugar para explotarlo.
LA TURBULENCIA
Ya con sus decisiones tomadas y conocidas, Perú debutó en las Eliminatorias ante Colombia en Barranquilla. Jefferson Farfán fue la gran baja. La ‘Foquita’ iba a arrancar de media punta, pero ante su ausencia, Claudio Pizarro, con 37 años, tomó su lugar. El resto del equipo ya era conocido - salvo Céspedes por el lesionado Vargas -, pero hubo un cambio que llamó la atención.
André Carrillo, en silencio, se fue ganando el puesto de medio abierto por derecha, entendiendo bien su juego por esa banda con Luis Advíncula. Algunos puestos ya estaban más que definidos (la mayoría no se han movido hasta hoy) con Gallese en el arco, Advíncula de lateral derecho, Cueva por izquierda y Guerrero de ’9′.
El 2016 empezó de la peor forma posible. Con solo tres puntos de doce jugados, Perú debía ganarle a Venezuela para no perder el rumbo tan rápido en las Eliminatorias. No fue así, la bicolor empató a dos goles, generando la molestia de los hinchas. Fue el mismo once que arrancó ante Colombia, salvo Juan Vargas (quien para Gareca era titular, pero luego de eso no lo volvió a llamar) y Renato Tapia.
El ‘Flaco’ se dio cuenta que las cosas debían cambiar al momento de hacer, valga la redundancia, los cambios. Édison Flores por izquierda y Raúl Ruidíaz como alternativa arriba levantaron a Perú, que se salvó del papelón tras estar abajo por dos goles. A cambio salieron Jefferson Farfán, ausente en el siguiente año y medio, y Claudio Pizarro, otro que no regresó. Luego de caer ante Uruguay, cinco días después, Gareca inició un silencioso y efectivo recambio.
EL CAMBIO
La Copa América Centenario fue precisa para Ricardo Gareca. Allí, Cueva se convirtió en el media punta de la Selección Peruana, así como Trauco y Flores no fueron movidos en la banda izquierda como lateral y volante ofensivo, respectivamente. Además, se afianzó la dupla de centrales Rodríguez-Trauco. Todas estas posiciones no se movieron hasta el Mundial de Rusia 2018, que por ese entonces aún se veía lejano.
El ‘Tigre’ también tuvo algunas dudas. Renzo Revoredo empezó como lateral derecho, pero Aldo Corzo le ganó el puesto (y se lo quedó hasta el repechaje). Además, cerró el torneo con la duda de quién sería el volante ofensivo derecho: Alejandro Hohberg y Andy Polo no lo convencieron. El histórico triunfo ante Brasil sirvió para que afirme su base para lo que quedaba de la Eliminatoria.
Gareca se vio obligado a hacer algunos cambios por la altura de Bolivia, su siguiente partido luego de la Copa América Centenario. Pero no fue hasta cinco días después, contra Ecuador, que armó a un 90% el equipo que ya conocemos. Por primera vez, Yoshimar Yotun hizo dupla con Renato Tapia en la primera línea de volante y no dejó más ese puesto. De ser una alternativa, ‘Yoshi’ se volvió insustituible.
Cristian Benavente fue el elegido para ir como volante ofensivo derecho, pero tampoco convenció al ‘Flaco’. Esto obligó a que André Carrillo regrese, el primero de una serie de ‘vetados’ tras el empate con Venezuela que volvieron de a pocos, y empiece el repunte de la Selección Peruana en ese proceso clasificatorio. No demoraría mucho esto, pues sucedió un mes después.
LA CONSAGRACIÓN
Pedro Gallese en el arco, Christian Ramos y Alberto Rodríguez como defensas centrales, Aldo Corzo de lateral derecho y Miguel Trauco, por izquierda. En la primera línea de volantes se pararon Renato Tapia y Yoshimar Yotun. El ’10′ era Christian Cueva, acompañado por André Carrillo a la derecha y Edison Flores por siniestra. Finalmente, Paolo Guerrero fue el único delantero.
Estos once futbolistas integraron el 4-2-3-1 de la Selección Peruana que goleó 4-1 a Paraguay en Asunción, el 10 de noviembre de 2016. Esa tarde, Ricardo Gareca encontró su equipo ideal. Tanto le convenció que lo repitió ante Venezuela (2-2) y Colombia (1-1) en 2017. También lo hizo en el histórico triunfo ante Ecuador en Quito (2-1), pero se vio obligado a sustituir al arquero. Este era el pico más alto de la bicolor en la ‘Era del ‘Tigre’’.
El 15 de noviembre de 2017, Perú definía ante Nueva Zelanda el último cupo al Mundial de Rusia. Con Paolo Guerrero suspendido, Ricardo Gareca debió rearmar su ya habitual oncena titular. Eso sí, sorprendió mucho al hacer arrancar a Andy Polo y Raúl Ruidíaz, obligando a Farfán a ser media punta, retroceder a Flores a primera línea y que Cueva regrese a la izquierda.
Esa histórica noche, Luis Advíncula regresó a la oncena titular tras más de un año de ausencia en Eliminatorias. ‘Bolt’ tuvo un gran rendimiento -casi anota un gol al inicio- y nunca más dejó el puesto. Los once titulares fueron a la Copa del Mundo, pero nueve arrancaron en el debut ante Dinamarca.
El 16 de junio de 2018, Perú volvió a jugar en un partido mundialista tras casi cuarenta años. Ricardo Gareca respetó su 4-2-3-1, pero sorprendió al dejar en el banco a Paolo Guerrero, quien luchó hasta el último para levantar su suspensión. Jefferson Farfán arrancó de '9′, mientras se respetó las habituales posiciones del resto.
Este es la misma oncena del triunfo en Asunción, salvo dos cambios, y que arrancó ante Escocia, en la despedida previo al viaje a Rusia. Como detalle, aquella noche Pedro Gallese le cedió su lugar a José Carvallo. Desde antes de partir de Lima, Gareca tenía claro cuál era su alineación titular para el Mundial.
CAMINO A LA FINAL
Tras la fiebre de la Copa del Mundo y una serie de partidos amistosos con muchas variantes, Perú arrancó el 2019 superando por 1-0 a Paraguay. La nueva meta era hacer un buen papel en la Copa América. Como un caso premonitorio, Ricardo Gareca mandó a la cancha del Red Bull Arena a nueve de los once titulares en la futura final del campeonato sudamericano. Solo faltaron Carlos Zambrano y Paolo Guerrero.
A comparación de la base mundialista, la zaga de defensores central fue el puesto que sufrió cambios. El argentino ya preparaba hasta el último detalle en cara al torneo, aun así Paolo Guerrero seguía esperando que acabe su sanción, dos meses después. Ya con el capitán, Gareca inició la recta final del plan bicolor en tierras brasileñas.
Ya con Jefferson Farfán y Paolo Guerrero aptos, Ricardo Gareca decidió apelar a su experiencia para que arranquen juntos en la Copa América 2019. Esto no sucedía desde marzo de 2017. Para eso, la ‘Foquita’ tomó el lugar de media punta y Cueva fue a la izquierda (su puesto en el arranque del proceso del ‘Tigre’) ‘sacrificando’ a Edison Flores.
El argentino no se resistió a hacer arrancar a ambos delanteros juntos, así ‘Orejas’ vaya al banco. De coincidencia, la salida de Jefferson Farfán por una lesión permitió que Gareca reordene su equipo y demuestre un mejor juego en lo que quedó del torneo.
Previo al duelo ante Uruguay, por los cuartos de final de la Copa América, el ‘Tigre’ regresó a su base exitosa. Es decir, Cueva volvió a ser el ’10′ y Flores fue titular en la zona izquierda. El resto, salvo la pareja de centrales, fue el mismo once que acabó invicto en todo el 2017.
Ricardo Gareca repitió este once en la goleada ante Chile y la final contra Brasil, aunque en aquel partido Carrillo y Flores arrancaron con perfil cambiado. Desde 2003 con Paulo Autuori, una selección peruana no presentaba el mismo equipo titular en tres partidos consecutivos.
LAS INNOVACIONES
Luego del segundo lugar en la Copa América, Ricardo Gareca decidió hacer algunas innovaciones. La ausencia de Christian Cueva por su bajo nivel fue clave para tomar esa decisión. Sin él, el ‘Tigre’ innovó con un 4-3-2-1 titular en un amistoso que acabó en otro gran triunfo ante Brasil.
Este sistema de juego ya había sido utilizado en el debut del torneo sudamericano, pero fue rápidamente descartado. Sin un enganche, la primera línea de volantes pasó a contar con tres futbolistas, incluyendo a Pedro Aquino en el once titular.
En el último amistoso previo a las ya postergadas Eliminatorias a Qatar 2022, Ricardo Gareca decidió arrancar con un sistema 4-4-2 ante Colombia. Por primera vez, Paolo Guerrero y Raúl Ruidíaz jugaron juntos en el once titular. La primera línea volvió a ser de dos, pero la gran novedad fue ver a Luis Advíncula arrancó como volante ofensivo derecho.
¿Cómo habría arrancado la Selección Peruana en marzo ante Paraguay? Ese es un misterio que solo Ricardo Gareca sabe, pero desde el año pasado, como podemos ver, intentó hacer varios cambios en la oncena bicolor. Todo sirve en su evolución táctica, clara desde 2016.