Cuando Oliver Sonne pisó el campo del Estadio Nacional y alzó la mirada para admirar las tribunas repletas de hinchas alentando a la Selección Peruana, su rostro desbordó una sonrisa emotiva que anticipó lo que podía pasar. Por su cabeza había una sola cosa: el día de su debut llegó. Juan Reynoso anunció un día antes de enfrentar a Venezuela que tendría minutos de juego, y la ilusión por debutar con la bicolor llevó al jugador del Silkeborg IF a preparar detalles para ese momento como el de las canilleras con fotos suyas y las de su novia. Fue especial para él salir en banca y tener la certeza de jugar; sin embargo, las circunstancias del partido y el posterior empate 1-1 que deja al ‘Cabezón’ en la cuerda floja hicieron que ese sueño de Oliver se convierta en una pesadilla de la que todavía no despertó.