Luis Advíncula y Carlos Zambrano han compartido, hasta hace unos días, dos antecedentes extradeportivos que los relegaron de las convocatorias de Ricardo Gareca. Hoy, el lateral jugará las Eliminatorias después de 4 fechas; mientras que el defensor seguirá viendo a la 'bicolor', en sus duelos contra Paraguay y Brasil, desde un televisor en Rusia. Entonces, ¿por qué Advíncula sí y Carlos Zambrano no?
Desde mi punto de vista, el retorno de Luis Advíncula tiene una sola lectura: Ricardo Gareca ha decidido corresponder a las (únicas) disculpas públicas del futbolista de Newell's Old Boys, luego de ser visto en una discoteca a solo horas del Perú-Venezuela.
Con la inclusión de Advíncula para la fecha doble, Ricardo Gareca ha sopesado el valor futbolístico de un lateral con oficio y roce extranjero, considerando su juventud y que no es reincidente. Ojo: la presencia del ex Sporting Cristal en esta convocatoria no es sinónimo de titularidad ante Paraguay o ante Brasil. Simplemente, el 'Tigre' sabe que, si quiere sumar en Asunción y en Lima, necesita a los mejores.
Con Carlos Zambrano, en cambio, la historia es distinta. Desde la Videna se dice que las constantes indisciplinas y el relajo del 'León' colmaron la paciencia de Gareca. Sus 'pichangas' en el Callao, sus salidas nocturnas, sus desafortunadas declaraciones y, sobre todo, haber migrado a una liga menos competitiva que la Bundesliga, desafectó al defensa de la Selección. El DT argentino, por supuesto, no ha sentido un gesto de arrepentimiento y Zambrano hoy sufre las consecuencias.
El hombre de Rubin Kazan, además, casi siempre está al borde de la tarjeta roja, lo cual complica el planteamiento táctico. La Selección ya lo ha sufrido antes y poco ha cambiado en el defensor, tal y como sucedió ante Venezuela: el 'León' se hizo sacar una amarilla en el reinicio del segundo tiempo, quedando libre en Lima y, consecuentemente, se perdió el duelo ante Uruguay en Montevideo.
Por otro lado, el crecimiento y compromiso de Christian Ramos, bien complementado con Alberto Rodríguez, ha permitido que a Zambrano se le extrañe poco y cada vez menos. Además, no es un secreto que Carlos ya no es del gusto del DT de la Selección, y los gustos no se discuten.
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