Otra visita a La Paz para volver a regresar sin noticias positivas. La selección peruana viajó a Bolivia para enfrentar al combinado de dicho país por sétima fecha de las Eliminatorias y el resultado no fue el esperado (2-0). Gareca y sus dirigidos no mostraron características de equipo sólido y se volvió a perder por detalles puntuales.
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A diferencia de otros partidos, Perú jugó en La Paz con un equipo diferente. Buscó un planteamiento práctico sin posesión constante del balón, pero el gol influyó negativamente en la estrategia y el equipo perdió el rumbo que tan buenas noticias había dado bajo el comando técnico de Ricardo Gareca.
El entrenador argentino ya demostró ser capaz de dotar de identidad al equipo, pero hoy, con un planteamiento similar al de la Copa América 2016, se cayó en la anarquía. Ningún jugador supo su función de cara al arco contrario y el rendimiento individual no fue el esperado. Aquí te presentamos el análisis, uno por uno, de lo que fue la quinta derrota peruana en las Eliminatorias rumbo a Rusia 2018.
El arquero de la selección no participó mucho del juego. Los goles llegan en momentos clave. Gallese tiene responsabilidad en el primer gol, no porque haya reaccionado tarde al disparo de Escobar, pero sí porque con tres rematadores en un tiro libre, no puedes colocar tres compañeros en la barrera. No es culpa suya si se abrieron, pero si colocaba cinco (más aún si Martines era uno de los posibles ejecutores, se abrían los de los lados y los del centro quedaban). Culpa de Gallese no haber estudiado esos detalles en la altura. De él y del comando técnico de la Selección Peruana. Para eso está el preparador de arqueros.
Al parecer, por decisión técnica, el lateral derecho peruano no incursionó en ataque. O sí, pero en muy pocas ocasiones. Corzo estuvo disciplinado en la marca impidiendo que Bolivia llegue con peligro por la banda que él defendía. No tiene mayores responsabilidades.
El defensa central y capitán de la selección peruana mostró virtudes y carencias. Más lo segundo que lo primero. No pudo nunca controlar a Martins, que parecía Zlatan contra la defensa peruana. Dentro de lo positivo, el jugador de Gimnasia supo anticipar e ir al cortar jugadas en defensa. En lo negativo, Ramos volvió a mostrar sus bajas cualidades técnicas en la salida del balón rifando la pelota hacia el área boliviana. O perdiéndola.
El defensor de Sporting Cristal no mostró seguridad en la zaga. Abram estuvo desubicado fuera del área y no ayudó en la salida del balón. Uno de los puntos flacos de la selección en La Paz. Nadie entiende por qué Gareca lo metió de titular si entrenó toda la semana con Quina.
El lateral izquierdo fue uno de los puntos rescatables durante los momentos neutros del equipo de Ricardo Gareca. Defensivamente sufrió en el 1vs1 y en algunas ocasiones quedaba solo contra dos por el poco apoyo del extremo. Sus conducciones permitieron que la 'blanquirroja' salga con la pelota en el piso. En ataque fue nulo.
No fue el mejor partido del mediocentro peruano. No bien empezó el partido le sacaron amarilla. Tanto en la conducción como en la recuperación mostró debilidades. El jugador de Sporting Cristal corrió más de la cuenta y su labor fue más de cortar antes que de crear. No dio orden al medio del campo bicolor.
Una actuación para decir poco. No la tocó en el primer tiempo. Ni para recuperar ni para elaborar. Jugó solo 45 minutos.
Polo es desgaste físico y nada más. Los apoyos constantes a Aldo Corzo evitaron que la selección boliviana pudiese profundizar en el primer tiempo que estuvo. En ataque se sigue esperando mayor confianza del volante de Universitario. No supera a nadie en el uno contra uno. Siempre opta por el pase. Sus movimientos siempre son hacia adelante. Nunca en diagonal. Si alternara, sería más difícil de tomar. O al menos causaría confusión.
En un partido sin control peruano en tres cuartos de cancha, Christian Cueva solventó su actuación con conducciones que rompían líneas. Lamentablemente, no tuvo las mejores decisiones y las progresiones quedaron en nada. Fue el dueño de la pelota parada, sin que sus centros pudiesen ser conectados por los atacantes peruanos. El esfuerzo no es todo.
Al igual que Andy Polo, la labor del jugador de Liga de Quito fue netamente defensiva. El extremo peruano trabajó por la banda de Miguel Trauco impidiendo el 2x1 boliviano. Después, brilló por ausencia. Fue poco el aporte del delantero.
El delantero peruano no tuvo el partido más cómodo frente al arco. Su influencia fue mayor fuera del área, aunque aun así no estuvo fino en los controles, pases y conducciones. Tuvo una jugada de gol donde envió su cabezazo a manos del arquero Quiñones.
Su rendimiento fue de menos a más. Ingresó por César Ortiz y, en los primeros instantes, no estuvo acertado con la pelota en los pies. Con el paso de los minutos pudo encontrarse dentro de la cancha y buscó combinaciones con Cueva o Guerrero que, lamentablemente, no fueron productivas.
Otro que no tuvo su mejor partido. Fue importante para recepcionar las pelotas largas enviadas desde la primera línea, pero la segunda jugada no era aprovechada por sus compañeros y Guerrero no tuvo las cualidades de otros partidos para autopotenciarse y llegar con peligro a arco boliviano.
Intentó cambiar la cara del equipo. Se movió bien en la zona de la mediapunta, pero la poca cantidad de minutos con los que contó no le permitieron generar un cambio en el funcionamiento nacional. Jugador clave para juntarse en el medio con Christian Cueva y Joel Sánchez.
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