Han pasado más de 24 horas desde que se jugó el repechaje, pero en el Perú la herida todavía sigue abierta. Aún duele no haber clasificado al Mundial de Qatar 2022 y ver sufrir a todos los que conforman la selección peruana, y que tantas alegrías nos han regalado en los últimos siete años. Porque si ellos lloran, nosotros también. Sin embargo, más allá de todas las consecuencias que puede traer el no haber clasificado, y el dolor que de seguro persistirá unos días más, existe otra problemática que no es ajena a nadie en nuestro país: la continuidad de Ricardo Gareca.
El, hoy, ex técnico de la selección peruana, se ganó el corazón de todos los peruanos. No solo por sus logros deportivos, como la clasificación a Rusia, la final de la Copa América 2019, el repechaje a Qatar 2022, y una serie de mitos que logró romper en apenas dos ciclos. Sino también porque fue la voz de muchos. Fue el que en momentos complicados -como lo hizo durante la pandemia- salió a dar la cara por los 33 millones de peruanos que necesitaban trabajar.
“Estoy en contra de lo que significa un aislamiento y un encierro. Creo que hay que estar encima de la gente, ayudarla y protegerla, más que encerrarla, La gente necesita trabajar, necesita cuidar lo que ha construido en su vida. Hay que velar por todos ellos ya que el año pasado fue muy difícil. Ojalá Dios quiera que el país pueda repuntar”, dijo en mayo del 2021. A lo que agregó una solicitud por la reactivación del fútbol peruano, aquel que ha manejado y cuidado mejor que nadie.
Porque Ricardo Gareca generó muchos cambios dentro de la selección. Cambios que necesitábamos con urgencia, pues hasta antes de su llegada solo teníamos un equipo que no se creía capaz de lograr grandes cosas, una Videna desolada y sin tecnología, unos jugadores insertos -cada cierto tiempo- en escándalos y una falta de liderazgo y de respeto a la cabeza. Eso último se lo supo ganar el ‘Tigre’ con todo lo anterior.
Una nueva mentalidad
“Yo creo en el futbolista peruano”, aseguró Ricardo Gareca un 3 de marzo del 2015, durante su primera conferencia de prensa, dejando asombrado a todo aquel que hasta ese momento había perdido cualquier tipo de ilusión por la Selección Peruana, que no lograba clasificar a un Mundial desde España 82 y tampoco resaltaba en las distintas competencias internacionales.
Eso sí, aún en la sorpresa, el ‘Tigre’, con aquella frase, captó la atención de la prensa y dejó por sentado que trabajaría desde el inicio en la confianza del futbolista. Aquella que ellos mismos habían perdido con el pasar de los años por los constantes fracasos que fue acumulando a nivel de selección y ni hablar, de clubes.
De esta manera, Gareca implementó un área de psicología deportiva en la Videna al mando del especialista Marcelo Márquez, quien llegó para la Copa América. “Marcelo Márquez se sumó para apoyar al grupo al igual que Hugo Álves quien también será mi asistente”, dijo Ricardo Gareca. Los resultados no tardaron en llegar y Perú quedó tercero. En las Eliminatorias alcanzamos el repechaje y fuimos a Rusia 2018.
En tanto, posteriormente, en 2018, llegó el coach Juan Cominges, junto al psicólogo Giacomo Scerpella. Ellos estuvieron al mando del equipo durante todas las Eliminatorias Qatar 2022. Y aunque el objetivo no se logró -clasificar a la Copa del Mundo- los futbolistas mantuvieron mentalmente esa fortaleza, que esperamos se mantenga los próximos años.
Profesionalización en Videna
Otro punto a destacar fue la tecnología que permitió recoger todos los datos de los seleccionados. En el 2018, según un informe de Canal N, el comando técnico de Ricardo Gareca trajo un software a La Videna, que se convirtió en parte del éxito de la campaña ‘bicolor’ rumbo al Mundial.
“Te detallan el rendimiento específico de cada jugador. Ya sea en espacio corto o largo o determinados espacios del campo. Con determinadas variables, sacan conclusiones para luego explicarle al jugador en dónde puede correr mejor o en qué falla”, explicó Juan Carlos Oblitas en aquel entonces.
“Néstor Bonillo pidió trabajar con Adrián Vaccarini, porque era él el que estaba más empapado de estos temas. Hemos reforzado con dos chicos que trabajaron mucho en el hockey (mellizos). Ellos son súper especializados”, continuó explicando el director deportivo de la Selección.
Asimismo, se recolectó todos los datos físicos de los futbolistas con plicómetro para tener una información detallada de la medición de sus pliegues cutáneos y con ellos tener cifras exactas de su porcentaje de agua, retención de líquidos, masa muscular, entre otros. Esta información se trabajaba en el área de nutrición y con el departamento físico que dirigía Bonillo para conseguir el mejor rendimiento de los seleccionados. Además, esto determinaba la convocatoria o no de un jugador.
Compromiso por la bicolor
A diferencia de otros ciclos, con Ricardo Gareca nunca hubo un escándalo por indisciplina. Los futbolistas estaban tan comprometidos con la Selección que se mantuvieron a la altura de un equipo competitivo que buscaba estar en lo más alto de Sudamérica. Y si en algún momento hubieron algunos inconvenientes estos fueron resueltos en breve, no llegaron a mayores o se dieron en un ámbito externo al de la blanquirroja.
Cabe recordar algunos actos de la bicolor de anteriores generaciones con otros técnicos: Caso Golf Los Incas (‘Chemo’ del Solar’), en el 2022 (Paulo Autori) ingresó la Charanga Habanera al hotel de concentración de Perú y se armó una fiesta con tragos y chicas, en el 2010 (Sergio Markarián), tras perder con Panamá Manco y Galliquio se van a una fiesta en un casino, en 1996, el escándalo de Miramar (Juan Carlos Oblitas), entre otros.
Liderazgo y respeto
El respeto y cariño que se ganó Ricardo Gareca dentro de la selección no lo ha gozado ningún técnico. Fue tanta la admiración que se generó en torno al técnico que se exteriorizó a todo el país. Incluso, llegó el momento en que la palabra del ‘Tigre’ tuvo más peso que la de cualquier otra autoridad.
En tanto, esta relevancia le permitió también generar líderes internos, empoderar futbolistas y convertirlos en líderes ante su posible ausencia. Hoy podemos contar no solo con excelentes futbolistas, sino también con grandes capitanes. Como Paolo Guerrero, Jefferson Farfán, Pedro Gallese, entre otros.
De hecho, 11 de los 28 convocados para el repechaje han portado la cinta de la blanquirroja en algún momento o en sus clubes, impulsados por el buen momento que atravesaban con la Selección. Sin duda, se extrañará al ‘Tigre’.
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