En épocas sin internet, la televisión en pañales y con la radio como medio casi masivo, los periódicos eran la mejor fuente de información para los hinchas. Salvo el lejano título de la Copa América 1939, la Selección Peruana no le había dado alguna gran alegría a sus ya sufridos fanáticos.
Todo cambió el 31 de agosto de 1969. Dos goles de Cachito Ramírez fueron el pasaporte a México 1970. La Selección Peruana apenas había jugado el Mundial de 1930, así que Lima vivió una fiesta sin antecedente ni precedente para celebrar la clasificación. Los medios escritos no fueron ajenos a esta euforia.
"¡Perú clasificó al Mundial!", fue el común denominador de los titulares, con la infaltable foto del once titular en La Bombonera o los tantos de Cachito. La alegría inmediata se centró en el importante empate en Argentina, y en el nuevo ídolo nacional, Cachito Ramírez. Se resaltó el buen juego, su calidad y valentía.
Al día siguiente, la euforia se centró en el resto del plantel y Didí. Teófilo Cubillas, Roberto Chale y el resto del plantel fueron considerados como 'héroes' y se exigía laureles deportivos para ellos. Al entrenador brasileño se le resaltó su inteligencia y 'que se había convertido en un peruano más'. Con el pasar de los días, se exigía que la Selección Peruana sea permanente y no cuasi informal.
Las entrevistas a los familiares no podían faltas. Padres, esposas e hijos de los integrantes de la Selección Peruana aparecían en todos los diarios, orgullosos de la hazaña en La Bombonera. Obviamente, Cachito Ramírez era el más asediado, tanto que hasta se informaba de su dirección en El Callao. Esto era algo común hasta inicios de 1970.
Los rebotes de la prensa escrita de Argentina no estaban ajenos a la noticia. Los dramáticos titulares por la eliminación albiceleste fueron un deleite para los hinchas peruanos. Algunos diarios incluso reproducían las publicaciones rioplatenses en páginas enteras. Leer su sufrimiento hacia disfrutar a los lectores limeños.