No hay palabras para expresar lo que siente hoy el Perú. Este martes 14 de junio del 2022 debía tener un sabor distinto. Debimos amanecer con la resaca de la gloria, con el corazón rebosando de alegría y con las calles llenas de júbilo por la selección peruana. Pero solo se respira tristeza. Sí, estamos de luto. Pues no hay dolor más grande para un país futbolero que quedar fuera de una Copa del Mundo. Más aún, cuando inserto en una crisis social y política, el Mundial era lo único que generaba ilusión, por todas las consecuencias positivas que una clasificación iba a generar.
Todo esto Ricardo Gareca lo tenía claro. El equipo también. Será por eso que el lunes, en el estadio Al Rayyan de Doha, Qatar, la tensión aumentó. La presencia de la hinchada generó los nervios, que nos ganaron e hicieron que terminemos olvidando nuestro ‘chocolate’ para terminar sumergidos en el juego rápido y en la fuerza de los australianos, que fueron más que nosotros.
Porque sí, lo fueron. Nuestro fútbol no alcanzó. Y aunque Sudamérica y el mundo gritaban que éramos los favoritos, en la realidad estábamos lejos de serlo. Pues estos últimos siete años, hemos sobrevivido sólo gracias al milagro del ‘Tigre’ Gareca y al de su ‘universo’, que tantas alegrías nos ha regalado, provocando unión, esperanza e ilusión en un país que estaba acostumbrado al fracaso. Pero, que a la vez nos hizo olvidar que hay mucho por hacer, que no se aprovechó esta ‘buena racha’ y que aún somos de los últimos del continente a nivel deportivo y en muchas cosas más.
A continuación las claves que ya advirtió Gareca que debemos mejorar o implementar y que podrían servir para poder posibilitar que el entrenador se quede por cuatro años más.
Primer reclamo: fútbol de menores
Ricardo Gareca lo ha dicho en distintas oportunidades. Sus siete años en el Perú han hecho que se sienta parte de este país, que lo acogió desde el 2007 cuando llegó a dirigir Universitario de Deportes y, posteriormente, a la Selección Peruana: su primer equipo nacional como técnico y con el cual disputó su primera Copa del Mundo y rompió más de una decena de mitos. Razones suficientes para sentirte identificado con el Perú y preocupado por los problemas que atravesamos a nivel nacional, pero sobre todo, a nivel deportivo.
De hecho, en su penúltima conferencia de prensa, antes de partir rumbo a Barcelona, enumeró una serie de incompetencias por las que atraviesa el fútbol peruano, y que ya venía resaltando tiempo atrás. Y no en señal de excusa, sino de queja. Porque aunque él haga milagros, estos no serían eternos y en algún momento iban a hacerse notar, golpeándonos nuevamente con la realidad que nos hizo sufrir 36 años.
El primero es la poca importancia que le brindamos al fútbol formativo: al de menores. Aquel que recién hemos reactivado después de dos años, pero que ya dejó un enorme vacío que lo veremos reflejado en el próximo proceso eliminatorio. Este tema, el ‘Tigre’, lo viene mencionando desde el 2021, cuando todas las actividades empezaron a volver a la normalidad, tras una dura pandemia.
“Me preocupa que no inicien las divisiones menores. Es vital y clave que esa categoría se reactive”, dijo Gareca el año pasado. “Hace dos años que los jóvenes no compiten y eso es una preocupación enorme para la selección que las divisiones menores no tengan acción”, agregó el ‘Tigre’. Sin embargo, no se tomó acción y apenas pudo regresar el fútbol femenino y desarrollarse una Copa Generación sub 18. Del Torneo Reservas nunca se habló -hasta esta temporada- y ni mencionar las de más categorías.
Eso sí, este tema va más allá de la reactivación de campeonatos. Se necesita un trabajo integral a nivel de clubes que permita formar jugadores que luego alimentan a la selección nacional. De lo contrario, siempre estaremos sumergidos en los mismos problemas. “Necesitamos que el fútbol peruano cambie. Que se invierta, que la gente adecuada se involucre. Planificar, escuchar a todo el mundo. Así no nos podemos quedar”, agregó.
Segundo reclamo: el deporte como prioridad
Para Ricardo Gareca la falta de interés por el fútbol no solo proviene de las distintas instituciones que conforman el balompié peruano. Es un problema mayor que abarca a toda la estructura nacional, que por años, poco se ha interesado en el deporte.
De hecho, la única Política Nacional del Deporte que ha tenido nuestro país fue elaborada por el Instituto Peruano del Deporte (IPD) en el 2015 y aprobada por el Ministerio de Educación en abril del 2017 (Decreto Supremo N° 003-2017), con el objetivo principal de desarrollar e impulsar las distintas disciplinas deportivas con miras a los Juegos Panamericanos de Lima 2019 y al Bicentenario del Perú. Pero que nunca fue puesta en ejecución, y que nunca se actualizó, aún cuando hubo logros que pudieron servir como base a futuros proyectos.
¿Las consecuencias? Estas se ven cuando existe un problema mayor -como ocurrió con la pandemia del covid19- pues el deporte es, siempre, lo último en activarse, y lo último en qué invertir. Sigue siendo considerado como algo recreativo, un gasto, más no como una actividad que puede influir en la sociedad y ayudar a contrarrestar miles de problemas como la obesidad, la delincuencia, entre otros.
A ello se le suma -haciendo mea culpa- la poca presión que ejerce la prensa contra el Estado en este aspecto. Un gran ejemplo de ello es lo que ocurrió durante el encuentro entre Sporting Cristal y Flamengo por la Copa Libertadores el pasado cuatro de mayo, cuando el presidente Pedro Castillo decidió comunicar toque de queda sin planificación alguno, afectando a todos los peruanos, y al deporte.
“La verdad no me interesa hablar de política, me interesa hablar del deporte. Me pasé toda la mañana viendo informativos, diferentes canales, todo lo que tenía que ver con la actualidad social que era muy preocupante, pero había un compromiso internacional también, que debía asumir Sporting Cristal, ni más ni menos que la Copa Libertadores”, expresó Gareca en conferencia de prensa.
“Y había un país, un equipo que estaba alojado acá, que era el Flamengo. Había un equipo de un país internacional que también no sabía que iba a pasar. Esperé hasta el mediodía para ver si había algún programa deportivo. Se pasó un clásico de Universitario - Alianza de no sé qué año fue, se pasó un partido de vóley, intenté ver programas políticos, esperé algún flash, solamente un flash de que me dieran alguna información deportiva si se jugaba el partido o no”, añadió.
“No recibí información alguna, el deporte acá no tiene absolutamente nada que ver, no les interesa directamente, no les importa. Eso para mí es una preocupación como técnico de la selección nacional porque se jugaba un partido internacional”, sentenció el entrenador de la selección peruana.
Tercer reclamo: ¿y los dirigentes?
Con Universitario, César Vallejo, Alianza Lima y Sporting Cristal eliminados en fases previas de la Copa Libertadores, Ayacucho fuera de la Sudamericana y con toda la esperanza puesta en Melgar, que a fin de mes enfrentará a Deportivo Cali en octavos de final con un técnico que por su esfuerzo tuvo que dar un paso al costado al cuadro arequipeño para dar el salto a la selección de Colombia, podemos decir que -una año más- nos quedamos sin alegrías a nivel internacional.
Para Ricardo Gareca esto se debe, en parte, a la mala práctica de los dirigentes, quienes no realizan las mejores contrataciones, les brindan todos los implementos a los futbolistas, no siguen procesos, y, sobre todo, no salen a darle explicaciones a la hinchada y a reconocer sus errores en los malos momentos. Esto demuestra incompetencia.
“Los presidentes tienen que dar respuesta también. Salen los técnicos a hablar, salen los jugadores, me gustaría escuchar a los presidentes, no los escucho ¿Qué es lo que pasa? Me gustaría que ustedes les pregunten también a las instituciones”, dijo.
“Hay cosas que les competen a ellos y a la institución: armar equipos, refuerzos, tiene que ver con todo. Yo lo desconozco, por eso me gustaría escuchar al presidente. Que salgan a hablar y digan qué pasó. Un técnico pide un refuerzo, hay cuatro opciones y quisiera saber por cual opción se opta. Desconocemos mucho”, sentenció Gareca.
El fútbol peruano necesita una restructuración. Hoy, Ricardo Gareca no es más nuestro técnico y aunque se dé su renovación y siga al mando de la blanquirroja, si los problemas base no se resuelven, la selección peruana solo será una una realidad aislada de tanta miseria.
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