Marzo del 2015. Ricardo Gareca llega al Perú para firmar contrato con la Federación Peruana de Fútbol ¿Su tarea? Ser una pieza en la refundación de un fútbol peruano que quiere renovarse a través de un buen trabajo desde la Unidad Técnica de Menores. El 'Tigre', por lo tanto, será la cara de un proyecto que busca recoger frutos allá por el 2022. Su contrato, sin embargo, acaba en el 2018.
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¿Y si nos quedamos con él? Sus números no son los mejores. Al mando del equipo de todos ha disputado 25 partidos, donde ha ganado nueve (36%), igualado seis (24%) y perdido en diez oportunidades (40%). Ahora, ubicándonos únicamente en las Eliminatorias rumbo a Rusia 2018, el 'Tigre' solo ha vencido en dos oportunidades (22.2%), empatado en otras dos (22.2%) y perdido cinco veces (55.6%). Sin duda, malos números y pocas diferencias de lo hecho por Sergio Markarián o Chemo del Solar.
No obstante, sus convicciones, ideales y valentía hacen pensar en un futuro próspero al lado del exentrenador de Vélez Sarsfield. Gareca, quien ya lleva un año y siete meses al mando de la selección peruana, ha dejado las cosas claras sobre lo que desea en, por ahora, sus dos años restantes a lado de la 'bicolor'.
En primer lugar, su idea. El 'Tigre' disputó su primer torneo al mando de Perú en la Copa América de Chile. Ahí, Gareca encontró tiempo para consolidar un juego de posición que fue elogiado a nivel mundial. Luego, llegaron las Eliminatorias. La primera imagen del equipo de Gareca empezaba a mutar. Para competir contra las mejores selecciones del mundo (la Conmebol cuenta con cinco de sus diez selecciones en el top-10 del ranking FIFA), Gareca debía moldear su planteamiento. Posesión, sí, pero más reservada. Equipo más compacto en campo propio que buscaba no sacar a relucir sus tan conocidos defectos defensivos.
El tiempo ha pasado y ya no se ve a un Perú tan lírico. El equipo ha evolucionado para volverse más competitivo, puesto que los intereses de un entrenador deben adaptarse al contexto en el cual se encuentra. El mismo Gareca reconoce que para ganar en partido de Eliminatorias existe algo más allá de "jugar bien". Algo que tiene que ver, seguramente, con el segundo punto a continuación.
Las convicciones. Aquí ingresa algo que va más allá de la idea futbolística. Tal vez, aquella categoría que supera el jugar bien o mal y va ingresando, lentamente, en la cuestión actitudinal. El 'Tigre' inició su estancia en el Perú con el equipo ya conocido. Sí, el de Farfán, Zambrano, Pizarro y Vargas, agregando a un Lobatón como cerebro en la medular. El tiempo pasó y Gareca huele un futuro mejor tomando decisiones distintas. El argentino, por lo tanto, ha dejado de lado las figuras para trabajar sobre la base del sacrificio. Guardiola, en su Manchester City, lo llamó "dotar de alma al equipo". Quizás, el 'Tigre', busque lo mismo en la bicolor ¿Lo está logrando? Los rendimientos individuales no dicen lo contrario.
En tercer lugar ingresa un aspecto cuestionado, hasta por el propio entrenador. El recambio generacional. Gareca lo niega, "a la selección van los mejores" dice; pero los minutos a Abram, Trauco, Tapia, Da Silva, Flores, Polo y demás jóvenes muestran una mezcla entre lo referido por el técnico y el pensar popular. Sí, también se suma experiencia con jugadores como Rodríguez o Guerrero, pero la columna vertebral del equipo empieza a rejuvenecerse desde este nuevo sentir del entrenador argentino. Aquí, y viéndolo también desde el trabajo a largo plazo planteado por la FPF, ingresa su relación con Ahmed, jefe de la Unidad Técnica de Menores. Buena química entre dos entrenadores que moldea una base adecuada para lo que se espera en un futuro no tan lejano.
Precisamente sobre lo institucional es que trata el cuarto lugar. La FPF, con Juan Carlos Oblitas como director deportivo, está tomando nuevos aires. La paciencia empieza a ser parte del vocabulario y el trabajo está por encima de los resultados. Punto a favor para Gareca, quien suma más desde lo primero que desde lo segundo. Una relación correcta con las dos partes compartiendo un objetivo común ¿Mejor? Imposible.
Al final todo se resume en la valentía. De todas los frentes. El entrenador, por mantener sus convicciones; los jugadores, por creer en ellas y la dirigencia por pensar con raciocinio. Gareca no solo es valiente desde su propuesta (Perú le juega de igual a igual a muchas selecciones), sino desde su concordancia con lo que dice. Mantenerse firme en ciertas posturas es digno de no solo profesionales, sino también, personas notables.
Felizmente el fútbol no solo se trata de estadísticas. Sí, los números apoyan un proceso y dan tiempo para trabajar, como dicen muchos entrenadores, pero muchas veces esos datos pueden cambiar por jugadas puntuales que nada tienen que ver con el juego. Gareca, sin embargo, en algo se relaciona al crecimiento de la 'bicolor' a nivel competitivo.
Su mensaje es claro y se mantiene firme en él. A raíz de eso, Perú fue variando desde lo táctico hasta lo psicológico. Los elegidos muestran características de 'grupo', de compromiso y de "ir a muerte" con lo que les pide el técnico. En eso, más allá de los resultados, ganó aquel delantero que alguna vez dejó a Perú sin Mundial y, por lo tanto, yo, le renuevo cuatro años más. Para que las convicciones no se queden a mitad de camino, porque una idea se consolida con el tiempo y, sobre todo, para que los resultados lleguen y el fútbol sea justo con una persona que se decanta por el trabajo bien realizado.
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