Había que pellizcarse. Comprobar que no era un sueño. Que ese grito de clasificación, escondido durante 36 años, se escuchaba y retumbaba en todo el Perú. Parece mentira, pero ya pasó un año desde que la bicolor volvió a un Mundial.
Fue el día más feeling del hincha peruano. El premio que ganó un grupo de jugadores y Ricardo Gareca, en base a esfuerzo, capacidad individual y poder colectivo.
Se logró ese objetivo, pero ahora ya miramos otro: clasificar a Qatar 2022. Con la base del grupo que fue a Rusia, con el mismo técnico, con la misma ilusión.
Estamos a un año de empezar las eliminatorias. El camino, seguro, será tan duro como el que nos llevó a Rusia. Aunque no sea automovilismo, todos tenemos que empujar el carro: plantel, técnico e hinchada. Así, dentro de tres años, podemos volver a celebrar una clasificación. Y ya sin necesidad de pellizcarse o pensar que solo es un sueño.
Escribe: Walter Corzo
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