El discurso de Gareca es el mismo. La poca continuidad es el factor principal que utiliza para explicar la no convocatoria de algún jugador. El discurso, sin embargo, y aunque es el mismo para todos, es diferente para los dos grupos que se han formado en el inconsciente: los de antes y los de ahora.
Cuando hablamos de los de antes nos referimos, por ejemplo, a Carlos Zambrano, Jefferson Farfán, André Carillo, Luis Advíncula, entre otros jugadores que militan en el extranjero. Los de ahora, evidentemente, son los que fueron convocados por Gareca para la Copa América Centenario en adelante.
¿Por qué decimos que es diferente para ambos bandos? Un ejemplo. Gareca asegura que Farfán no es convocado porque no tiene continuidad en su equipo; no obstante, Benavente ni Tapia juegan la mayoría de minutos en sus equipos.
Entonces, resulta contradictorio el tema de la continuidad.
O, quizás, no sea contradictorio, sino intencional. El último caso es el de Alberto Rodríguez. Sin equipo, sin jugar, y recién fichado por Melgar, fue convocado para enfrentar a Argentina y Chile. ¿Por qué el Mudo sí y Zambrano no, por ejemplo, si este último ha empezado a jugar en Rubin Kazan?
La única interpretación que tenemos es la siguiente: si bien el mensaje de Gareca es uno, la recepción del mismo es diferente para un bando y otro. Mientras la continuidad no es un atenuante para los "nuevos", sí resulta una excusa para los de antes. Y todo esto tiene que ver con el compromiso.
Gareca cambió. Tomó una decisión valiente, incluso sabiendo que su propia continuidad podría correr peligro. Optó por un nuevo grupo de jugadores y dejar de lado a quienes le ayudaron a conseguir un tercer puesto en la Copa América de Chile. De ese equipo ya no están más: Vargas, Ascues, Zambrano, Advíncula, Ballón, Farfán y Pizarro.
El compromiso se ha vuelto vital para estar en la Selección. Y se mide por detalles. Por ejemplo: el último partido que Zambrano jugó con Perú fue ante Venezuela (empate 2-2 en Lima). Le mostraron una amarilla y, desde ya, se conocía que con una amonestación no podría jugar contra Uruguay en Montevideo. ¿Por qué el defensa en lugar de ir a casa no viajó junto al grupo para dar su apoyo? ¿Por qué no concentró con el plantel? Los detalles son importantes. Una palmada en el hombro del compañero vale para Gareca.
Rodríguez, pese a la edad, pertenece al grupo de jugadores que, para Gareca, entienden que la Selección merece mucho más que colocarse la camiseta, saltar al campo y jugar. Por eso opta por uno y no por otro.
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El jugador del Dortmund que lleva a Cristiano Ronaldo de carcasa de celular. https://t.co/gojAU1stTz pic.twitter.com/05YEr7VxcH— Diario Depor (@deporpe) October 1, 2016