El segundo gol de Arturo Vidal a la Selección Peruana llegó como un baldazo de agua fría para todos. Para jugadores, comando técnico e hinchas. Sin embargo, Paolo Guerrero fue el que se mostró más incómodo con el tanto de Chile y más aún con el autor, quien a minutos del final demoró el juego haciendo tiempo.
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Cuando Vidal era retirado del campo por el cuerpo médico, Paolo Guerrero no escondió su frustración e hizo un gesto polémico: se llevó la mano en forma de cuernos a la cabeza.
Con el rostro desencajado, tirando manotazos a la nada, flexionando las rodillas en señal de lamento y dando vueltas en un círculo imaginario en el campo de juego para buscar culpables por el gol que gestó Arturo Vidal. Así descargó toda su bronca Guerrero, que tardó en asimilar el segundo gol de Chile sobre Perú.
"No lo puedo creer", fue una de las frases que repitió Paolo Guerrero después de la caída de la Selección Peruana.
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