Maravillosa postal del miércoles 2 de julio del 2008, la noche que la 'U' de Gareca se coronó campeón del Apertura. (Foto: Andina)
Maravillosa postal del miércoles 2 de julio del 2008, la noche que la 'U' de Gareca se coronó campeón del Apertura. (Foto: Andina)

Me estoy volviendo loco con el “yo te reto” por la cuarentena del . Canciones, cantantes, recuerdos, coberturas periodísticas y hasta un flechazo a la nostalgia: te reto a que muestres las entradas de tus partidos más importantes de . En pasión desbordante, al hincha crema nadie le empata. Sin embargo, si de retos merengues se trata, hago una convocatoria: que alguien venga y supere que en el día de su cumpleaños Roberto Martínez anote el gol más gritado de una década en el arco de Alianza Lima. A mí me pasó el 27 de diciembre de 1995. Cumplí 6 años.

Confesado mi fanatismo por la hermosa camiseta de Universitario, no temo ruborizarme al sacar de mis entrañas el recuerdo más puro de un tiempo al que miro con nostalgia. Más flaco, más iluso y más rebelde, en el año 2008 dos cosas me obsesionaban: ingresar a la universidad y la 'U' de Ricardo Gareca. A lo primero le daba duro en el cuarto piso de una academia ubicada en la avenida Wilson. A lo segundo no le perdía ningún rastro, ni medio detalle, ni tantito de distracción. El 'Tigre' venía de dirigir desde el Clausura 2007, y apenas llegó el verano mandó un mensaje que no entendí. Chau Johan Fano, hola Malingas Jiménez. Creo que pensé que el técnico argentino estaba loco. Menos mal me equivoqué.

Dato de vital importancia para la trama: de la pretemporada recuerdo una foto publicada en un diario local de Donny Neyra entrenando en la playa. “'Bidón’ ahora es retornable de dos litros”, decía la leyenda que resaltaba que el jugador dejaba el seco con frejoles por las ensaladas para bajar de peso.

Yo me quedaba tranquilo con tal de que no toquen a Mayer Candelo. El colombiano, después de Gustavo Grondona y al lado de Óscar Ibáñez, está en mi olimpo de jugadores extranjeros de la 'U'. Sin embargo, para esa campaña la dirigencia tomó la mejor decisión: contrataron a Rainer Torres. Hacía falta un jugador con su cabeza para el ‘Demonio de Tazmanía’ que lo acompañaría en la volante; ‘Toñito’ Gonzales. Tampoco voy a olvidar que para esta campaña pegó la vuelta a casa un señor llamado Óscar Ibáñez.

Con el equipo listo, había que conseguir la entrada para la "Noche Crema' contra Defensor Sporting. Y a mí, un hijo que comenzaba a vivir lejos de sus padres, no se le ocurrió peor malcriadez que cruzar desde Los Olivos hasta Ate sin previo aviso. Después de ese 2-2 con dudas, todo el camino a casa tuve a mis viejos prendidos del celular desde Huarmey y aguantando decenas de microinfartos de solo pensar qué me podría pasar en la madrugada limeña. Lección aprendida: nunca llames a tus padres desde el estadio si no saben que fuiste.

El Apertura se abrió paso con un empate ante San Martín (1-1). Llegó, luego, una victoria ante Gálvez (0-1), otro empate frente a Aurich (1-1), y tres puntos en casa contra Sport Áncash (2-0). La siguiente fecha, Cienciano cobraba la primera derrota del equipo de Gareca en el Apertura con un 4-1 doloroso. A la vuelta al Monumental, el rival era Cristal y ese día comencé a soñar con el título. Donny Neyra sacó un bombazo de unos 25 metros, y yo que estaba en Norte caí como cinco escalones abajo por la avalancha del grito de gol.

Las siguientes jornadas nos pusieron a pruebas a todos. El 'Lobo' Gonzales Vigil insultando a Gareca; apagón y remontada contra Minero; ahogados en el calor de Alianza Atlético, pero sobre todo hubo una noticia me llenó de bronca. A días del clásico, Mayer Candelo se bajaba del coche. Una lesión lo dejaba fuera y yo veía crisis en cada esquina. Sin embargo, el caos también es una oportunidad, y como manda el decálogo de la historia merengue: la 'U' siempre será más grande que sus problemas.

Lo que para muchos era una sospecha, para Gareca era su mejor apuesta. Frente a los íntimos puso a Donny Neyra libre en el ataque. Flotando detrás de Malingas y Hurtado, presto para sacar un patadón o dar un pase largo. El gol de tiro libre en el arco aliancista de Enrique Bologna y la jugada previa para que Jiménez firme el 2-1 agónico fueron la confirmación de que la 'U' quería gritar campeón después de seis largos años, y para tal propósito ponía en el pie derecho del díscolo jugador todas sus ilusiones.

Segundo dato de vital importancia para la trama: Neyra se volvió el 'as' en el frente merengue. Goles, asistencias, lujos y hasta convocado por Chemo a la selección peruana. En la más exagerada y odiosa de las comparaciones, la prensa se encargó de llamarlo el "Riquelme de Ate" después de anotar un 'riflazo' contra Gálvez en el Monumental. En la celebración corrió a abrazarse con Gareca, quien extasiado por el gol saltaba como un niñito lleno de felicidad.

Donny Neyra y Mayer Candelo, socios de la 'U' campeón del Apertura 2008. (Foto: Andina)
Donny Neyra y Mayer Candelo, socios de la 'U' campeón del Apertura 2008. (Foto: Andina)

EL PARTIDO

El camino nos llevaría a dar la estocada final un día miércoles. El miércoles 2 de julio del 2008. Si la 'U' ganaba a Cienciano, era inalcazable en la tabla y celebraría como campeón del Apertura. El partido contra los cusqueños se debió jugar en la quincena de mayo, pero esas incomprensibles decisiones de la ADFP se pateó hasta el inicio de julio. ¿La razón? Prefiero olvidarla.

Para este tipo de locuras, siempre se buscan cómplices. Los míos fueron Gerson Flores y César Gallardo, dos cremas de familia crema y futuro crema. Hicimos la cola más larga de la historia de las colas para conseguir una entrada. Tomamos una combi en el paradero de Pilas en la Panamericana Norte hasta el óvalo de Santa Anita, y luego continuamos nuestra travesía caminando desde la avenida La Molina hasta el Monumental. Llegamos a tiempo para ayudar a picar papelitos en Norte, inflamos globos de colores cremas y granates, y nos tomamos una foto que hasta ahora guardo como un regalo preciado.

Antes de su Perú mundialista, Gareca ya tenía un once innegociable en la 'U'. Fernández; Miguel Torres, Araujo, Galván y Balta y Rabanal; Rainer Torres y Gonzales; Neyra, Jiménez y Hurtado. Así alineó contra Cienciano en el partido más importante del Apertura. El pitazo inicial del arequipeño Víctor Hugo Rivera liberó mi alma y tronó en mis manos con aplausos y persignadas. La Crema tomó un avión y voló en el partido. El ‘Vagón’ se descarriló a velocidad a los 28′ para anotar el 1-0 y otra vez caí y probé el cemento del Monumental. El ‘Coco’ Araujo, cerquita al final del primer tiempo (45′), nos ilusionaba frente a toda la Trinchera cuando de ‘palomita’ ponía el 2-0 tranquilizador, pero luego Vasallo acortaba distancias (2-1 a los 63′) con un gran pase de Julio García.

La noche, por otro lado, nos tenía preparado un final memorable. A los 72′, el estadio entero coreó el nombre de Candelo pidiéndole que pateara el penal cobrado a favor de la 'U'. Donny, quien había participado del primer y segundo gol, tomó el balón, llamó a Mayer y dio con la mano su mejor asistencia de la temporada. El colombiano, que era un genio a tiempo completo, picó el balón hacia el arco de Cisneros y el Monumentral no dejó de saltar hasta que todos gritamos campeón.

Habían pasado seis años, dos presidentes de la República y un Mundial de fútbol desde la última que había visto a la 'U' dar una vuelta olímpica. El adolescente con la ropa de colegio aún puesta que le repetía a Ángel Cappa mirando el televisor “sí, contra todo, contra todos”, ahora era un chiquillo que estaba llorando abrazado de sus amigos porque el equipo que lo hizo feliz de niño le confirmaba que el amor más bonito tiene color de Universitario.

Aquella victoria -nuestra victoria- está publicado en YouTube, en un video con pocas vistas al que a veces regreso para reírme y no olvidarme dónde estuve, para recordarme siempre hacia dónde voy.

TE PUEDE INTERESAR