El huracán Otis sólo trajo desolación al estado de Guerrero y en especial a Acapulco, el 25 de octubre de 2023, fecha en la que muchas personas resultaron afectadas por las pérdidas humanas y materiales. Entre aquella gente habían celebridades que tampoco sabían de sus seres queridos, una de ellas fue la actriz Sylvia Pasquel, a quien se le perdió el rastro tras el desastre.
Como se sabe, la mexicana se encontraba en esa ciudad del estado de Guerrero, recuperándose del accidente que sufrió durante su viaje a Turquía y que le impidió ir al matrimonio de Michelle Salas, cuando fue sorprendida por el devastador fenómeno. Debido a la pérdida de conexión, no se supo nada de ella, haciendo preocupar a todos, pero tres días después se tuvo noticias.
Fue el programa “Ventaneando” el que dio a conocer al público que sus familiares habían logrado contactarse con ella, asegurando que se encontraba bien físicamente, aunque sus ánimos estaban por los suelos.
Minutos después de esta información, en la cuenta de Instagram de la actriz apareció un mensaje para dar tranquilidad. “A todos les quiero informar que me encuentro bien. Triste por ver a mi amado puerto destruido. Mi casa quedó muy afectada, no tengo señal, ni batería, por eso estoy ‘desaparecida’ y salir del puerto es imposible”, precisó Sylvia Pasquel el 28 de octubre.
Añadió que por el momento, ese iba a ser su último mensaje, ya que al ver los daños que dejó a su paso el huracán, no tenía ganas de nada y la tristeza la embargaba.
Se sabe que, al igual que muchas familias en Guerrero, la vivienda de la actriz también quedó afectada.
Tras conocer el estado de salud de Pasquel, sus seguidores y amigos le enviaron mensajes por las redes sociales. “Ánimo Sylvia, gracias a Dios que tú y tus seres queridos se encuentran bien”, “Con Dios van a salir adelante poco a poco”, “Te mando un fraternal abrazo”, fueron algunos de los comentarios.
Como se dio a conocer, en un inicio, Otis había sido considerada como una tormenta tropical que no iba a causar daños, pero rápidamente se convirtió en un huracán catastrófico de categoría 5, llevando vientos máximos sostenidos de 260 km/h y rachas de hasta 315 km/h, haciendo que los ciudadanos vivan una verdadera pesadilla.
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