Rodrigo Abed, con una carrera que abarca más de 30 años y más de 20 títulos en su haber, ha dado un giro sorprendente en su trayectoria profesional. El actor mexicano, reconocido por su talento en la pantalla, ha decidido apartarse de los reflectores para adentrarse en una nueva aventura como pastor y productor. A continuación, te revelamos todos los detalles de esta inesperada transformación.
Inició su carrera como actor en 1992 con la telenovela “Mágica juventud”, donde dejó una impresión duradera al interpretar el rol de El Púas. A lo largo de las décadas siguientes, Rodrigo consolidó su presencia en la pantalla chica, destacándose por sus interpretaciones memorables y versátiles.
Su último crédito en la pantalla chica fue en 2021, con la telenovela “La mexicana y el güero”, donde encarnó a Gonzalo Herrera, un personaje que dejó una marca indeleble en la audiencia.
Después de su salida de la industria del entretenimiento, poco se sabía de Rodrigo Abed, pero recientemente se ha revelado que ha experimentado una transformación espiritual significativa.
Rodrigo Abed ha emprendido un nuevo camino tras su carrera en la pantalla. Se convirtió en pastor y ahora se dedica a impartir conferencias por todo el territorio de su natal México, compartiendo sus experiencias y conocimientos con una audiencia ávida de inspiración y reflexión.
Pero su trayectoria no se detiene ahí. Aunque prefiere mantenerse alejado de los reflectores, Rodrigo no tiene reparos en trabajar detrás de las cámaras como productor cinematográfico. Su labor en esta área ha sido notable, destacándose por su participación en el documental “Después de la muerte”, estrenado el pasado mes de febrero. Este documental aborda la fascinante temática de entrevistar a personas que han sido declaradas muertas y han regresado a la vida, explorando los misterios más profundos del más allá.
Pero eso no es todo. Con anuncios emocionantes, Rodrigo Abed reveló que en noviembre de 2024 lanzará otra película titulada “Ciudades del refugio”, la cual fue realizada en Argentina. Este nuevo proyecto promete cautivar al público con su visión única y su enfoque cinematográfico.
Rodrigo Abed se convirtió en pastor como resultado de una profunda transformación espiritual que experimentó después de protagonizar la película “Cicatrices” en 2005. En medio de circunstancias complicadas en su vida personal y profesional durante el rodaje de la película, el productor de la cinta, Julián Olea, le regaló una biblia, marcando así un punto de inflexión en su vida.
Este gesto significativo representó su primer acercamiento a la palabra de Dios y al cristianismo. A través de la lectura y la reflexión, Rodrigo comenzó a encontrar respuestas a sus inquietudes y consuelo para sus dificultades. La profundidad de la fe y la espiritualidad que descubrió en la Biblia lo llevó a emprender un viaje de autoexploración y transformación interior.
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