La esperanza de Cuauhtémoc Blanco por regresar el fútbol mexicano al estado de Morelos se mantiene vigente y la coyuntura podría darle esta oportunidad. El actual gobernador de dicha ciudad declaró ante los medios de comunicación y le abrió puertas a Gallos Blancos de Querétaro para poder jugar sus partidos en condición de local en el recinto que ocupaba Zacatepec.
‘’Será bienvenido si se quieren venir para acá a Zacatepec, con mucho gusto aquí serán muy bien recibidos. Voy a tratar de contactar al que es el dueño ahorita del Querétaro (Jorgealberto Hank). Le voy a decir que se lo traiga par acá, porque aquí hay una afición espectacular”, mencionó el histórico jugador del América.
Como se sabe, todo está apto en la ciudad para poder recibir partidos de Liga MX. El estadio Agustín Coruco Díaz fue renovado en 2014 para cumplir con los requisitos de la Liga de Ascenso junto a la posibilidad de ascenso con el equipo de Zacatepec. El inmueble tiene capacidad para 24 mil 443 aficionados, casi 10 mil menos que la Corregidora.
Según la resolución impuesta por la Federación Mexicana y la Liga MX, los Gallos Blancos de Querétaro jugarán en el estadio La Corregidora a puertas cerradas por un año (dos torneos) y esto se ve aplicado para el primer equipo, fuerzas básicas y también las divisiones femeniles.
Yon de Luisa, presidente de la Federación Mexicana de Futbol (FMF), y Mikel Arriola, presidente de Liga MX, comunicaron los acuerdos dictados por la Asamblea de Dueños donde destaca la inhabilitación por cinco años de todos sus derechos federativos para la actual administración del club Querétaro, integrada por Gabriel Solares, Adolfo Ríos, Greg Taylor y Manuel Velarde.
El club Querétaro se hizo acreedor de una multa de 1.5 millones de pesos en carácter económico y también se decretó que el partido ante Atlas queda terminado con un resultado a favor de los rojinegros por 3-0 debido a los actos de violencia que esperan no se vuelvan a repetir.
“Se pudo comprobar, en efecto, que hubo omisiones considerables, principalmente de la empresa de seguridad privada, de las policías, y por lo tanto del propio club, que es el principal culpable de su contratación y su coordinación. Los hechos dañaron la imagen del estado de Querétaro, de su gente, del club, de la Liga MX y del futbol mexicano a nivel nacional e internacional”, aseguró De Luisa.
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