Mónica Castañeda y la hija de Olivia Collins: por qué se pelearon en el funeral de Julián Figueroa

Mónica Castañeda y la hija de Olivia Collins fueron las protagonistas del altercado que se produjo cerca de la casa de Maribel Guardia, donde se realizaba el funeral de Julián Figueroa.
El funeral del hijo de Maribel Guardia y Joan Sebastian se convirtió en el escenario donde Mónica Castañeda y la hija de Olivia Collins tuvieron un altercado (Foto: Julián Figueroa / Instagram)

Lo que debía ser un momento de privacidad, calma y respeto por el se convirtió en todo un alboroto cuando la periodista Mónica Castañeda y la hija de Olivia Collins se pelearon. Este incidente generó todo tipo de reacciones, pero ¿por qué se inició este altercado?

Como se sabe, tras la muerte del único hijo de Maribel Guardia, el 9 de abril de 2023, los medios de comunicación buscaron conocer más detalles respecto al deceso del artista de 27 años; no sólo ello, ya que trataron de obtener declaraciones del círculo más cercano de la familia.

Pese a que todo se desarrollaba con normalidad, la riña entre ambas mujeres hizo que toda la atención se centre en ellas, sin pensar en el dolor que sienten los seres queridos del cantante. En los siguientes párrafos te contamos todo sobre este altercado.

Cerca de la casa donde velan al artista, los periodistas trataban de conseguir declaraciones de quienes llegaban a darle el pésame a Maribel Guardia (Foto: Julián Figueroa / Instagram)

¿POR QUÉ SE PELEARON MÓNICA CASTAÑEDA Y LA HIJA DE OLIVIA COLLINS?

Todo ocurrió el lunes 10 de abril durante el funeral privado de José Figueroa cuando Olivia Collins llegó a la casa de su amiga Maribel Guardia, pero como no había espacio para que su unidad se estacione tuvo que bajar y dirigirse caminando. Ni bien puso un pie fuera de su vehículo, todos los periodistas trataron de robarle algunas declaraciones, entre ellas estaba Mónica Castañeda.

Al ver cómo su madre de 65 años era acechada por los comunicadores, Olivia hija no dudó en correr hacia ella y en su afán de alejarlos le quitó al micrófono a Castañeda, jaloneó y agarró del cuello para sacarla de su camino. La mujer de prensa le gritaba que no la toque, mientras que Collins le decía que no se meta con su hija.

Tras este incidente, la sexagenaria histrionisa y su hija se abrieron paso y se dirigieron hasta el portón del fraccionamiento en el que vive Maribel Guardia; sin embargo, cuando estaba por ingresar, Mónica Castañeda habría intentado lanzarle una patada a la hija de la actriz, quien ni bien cruzó las rejas le hizo una seña obscena. Más adelante estaba su madre caminando.

LA PALABRA DE MÓNICA CASTAÑEDA

Mónica Castañeda dio su versión de lo ocurrido durante la emisión de “Hechos Meridiano”. Señaló que el incidente se produjo cuando cubría la información de quiénes llegaban al funeral de Julián Figueroa.

Ella se enoja, creo yo, porque ya habíamos insistido, creo que ella estaba molesta, estaba incómoda por la presencia de los reporteros porque habíamos intentado ya, no solo yo, sino todos los demás y la noche anterior, entrevistar a su mamá y no se había podido e insisto, me queda clarísimo que es un momento completo para todos, pero lo único que nosotros estábamos buscando eran respuestas a una situación que queríamos entender qué estaba sucediendo adentro, si habría una misa, información de lo que estaba ocurriendo”, manifestó.

Asimismo, añadió que no entiende por qué la agredieron, pues cumplía con su trabajo. “En el momento en el que ella llega y me toma por la espalda, cuando ella voltea y me toma del pecho, literalmente, lo único que yo le digo es: ‘Suéltame, no me toques’ porque no había necesidad y mis compañeros reporteros reaccionaron y le dijeron: ‘Oye, no toques’ y lanza el siguiente golpe y de ahí vienen otras cosas”.

Finalmente, aclaró que en ningún momento le lanzó una patada a la hija de Olivia Collins, lo que sí hizo fue intentar detener con su pierna que el portón se cierre: “El señor de seguridad quiere cerrar la puerta y yo quedé enfrente de los que venían caminando detrás; entonces, sí es cierto, yo meto la pierna para detener la puerta, pero no hay nada (…). Si yo hubiera querido agredirla, lo hubiera hecho desde el primer momento en el que puso una mano sobre mí (…) y yo considero que no es a título personal [la seña obscena]”.

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