Dada la frecuente actividad sísmica en México, atribuible a su ubicación en el Cinturón de Fuego, la preparación adecuada se convierte en un aspecto crucial. La Ciudad de México, en particular, enfrenta diversos riesgos asociados con temblores, terremotos y microsismos. En esta situación, el Servicio Sismológico Nacional (SSN) juega un papel esencial al recopilar y divulgar información precisa sobre estos fenómenos naturales. Como entidad a cargo de recopilar datos sobre la actividad sísmica en México, el SSN ofrece actualizaciones sobre los terremotos más recientes que han ocurrido en el país.
La valoración de la intensidad de los sismos en México, realizada por el Servicio Sismológico Nacional (SSN) a través de un minucioso análisis de informes y mapas de isosistas, se considera un componente fundamental en las decisiones tomadas en el ámbito de la protección civil. La información recabada y divulgada por el SSN es de suma importancia tanto para las autoridades como para la población, ya que facilita la aplicación de medidas preventivas adecuadas.
Es fundamental seguir las sugerencias de seguridad para mitigar posibles consecuencias durante los sismos, especialmente tras la detección por parte del Servicio Sismológico Nacional (SSN) de México de una secuencia de temblores de diversas magnitudes, desde leves hasta moderadas. Se subraya la importancia de brindar información adecuada a la comunidad sobre la actividad sísmica.
La importancia de estar preparados ante los sismos es fundamental, incluso cuando es imposible predecir con precisión cuándo ocurrirá el próximo evento telúrico. Los especialistas subrayan la necesidad de tener un plan de evacuación establecido, contar con kits de emergencia y conocer las áreas seguras tanto dentro como fuera de los edificios.
En estos kits de emergencia se deben incluir elementos esenciales como agua, alimentos no perecederos, una radio con pilas, linternas, suministros básicos de medicamentos y duplicados de documentos relevantes. Además, se destaca la importancia de educar a todos los integrantes de la familia, incluyendo a los niños, sobre las medidas a seguir antes, durante y después de un sismo.
Durante un terremoto, resulta crucial mantener la calma y seguir el protocolo de “Detente, Cúbrete y Sujétate”. Es fundamental apartarse de ventanas, espejos, objetos colgantes y muebles que puedan caer. En el caso de encontrarse dentro de un edificio, se aconseja evitar salir hasta que finalice el movimiento telúrico.
En áreas al aire libre, es vital alejarse de edificaciones, árboles, postes eléctricos y otros objetos propensos a caer. Si se está conduciendo, lo más seguro es detener el vehículo en un lugar despejado y permanecer dentro hasta que cese el temblor para evitar posibles escombros.
Un sismo, también llamado terremoto o temblor, es un evento natural en el que la Tierra libera de manera súbita energía en forma de ondas sísmicas. Esta liberación energética suele ser producto de la fractura de rocas en la corteza terrestre, ocasionada por la acumulación prolongada de tensión. Al romperse, estas rocas emiten ondas sísmicas que se expanden desde el punto de ruptura, generando vibraciones en la superficie terrestre.
Los sismos pueden originarse naturalmente, como resultado de la actividad tectónica en los límites de placas tectónicas, o pueden ser provocados por acciones humanas, como la extracción de recursos como petróleo y gas, la minería o la inyección de fluidos en el subsuelo. Estos eventos pueden tener impactos considerables en áreas habitadas, ocasionando daños a estructuras, infraestructura e incluso pérdidas humanas. Por este motivo, se realizan investigaciones y monitoreos constantes para comprenderlos mejor y desarrollar estrategias de reducción de riesgos.
La magnitud de un sismo puede variar, desde movimientos casi imperceptibles hasta terremotos devastadores. Se mide la magnitud utilizando la escala de Richter o la escala de magnitud de momento, relacionándola con la cantidad de energía liberada. Por otro lado, la intensidad se evalúa mediante la escala de Mercalli y se asocia con los efectos observados en la superficie, como daños a edificaciones y la percepción de las personas.
Las diferencias fundamentales se encuentran en la magnitud e intensidad de los movimientos sísmicos. El término “sismo” abarca cualquier tipo de movimiento terrestre, mientras que “temblor” suele referirse a movimientos sísmicos de menor magnitud, y “terremoto” describe eventos sísmicos más grandes y con consecuencias más graves. Las denominaciones exactas pueden variar según la región geográfica y las convenciones locales.
TEMBLOR EN MÉXICO | Reporte de sismos
Siendo las 8:10 de la noche (hora local) del sábado 16 de marzo, el Servicio Sismológico Nacional (SSN) no reportó nuevos temblores en el país. Pese a ello, se recomienda no bajar la guardia y mantenerte alerta ante cualquier movimiento telúrico que pueda ocurrir.