La forma de cómo sirves un plato puede servir como un elemento clave para llamar la atención de las personas y, por ende, optar por comerlo de una manea rápido, disfrutando de él. El test visual de hoy te invita precisamente a elegir el plato de alimentos que más te atraiga o abra tu apetito. Si eres de los que les gusta comer, no tengo dudas que esta prueba es para ti. La imagen consiste en observar dos platos distintos, pero solo uno de ellos puede ser parte de tu elección. ¡No te lo piensas demasiado! Deja que tu intuición (o tu gula) decida por ti. Como ya es costumbre, casi todos estos virales te lanzan una orden rápida y arbitraria para agarrar desprevenida a tu mente lógica y racional. Lo que se pretende con ello es que te bases en tu intuición, que es tu puerta de acceso hacia el inconsciente y hacia tu verdadera esencial. ¿Estás preparado para saber los resultados?
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Si elegiste el plato #1...
- Si te ha atraído este plato, seguramente eres una persona sumamente disciplinada y organizada. Cuando te impones unos objetivos, rara vez te alejas de ellos o los abandonas. Te conoces a las 1000 maravillas. Sabes lo que te motiva y lo que te deja de motivar. En el trabajo sueles ser el encargado de multitud de proyectos. Quizás uno de tus problemas principales es tu falta de espontaneidad. En ocasiones, improvisar y salirse del plan es justamente lo que necesitas para obtener el mejor resultado. Y es que muchas veces la mente recurre a las mismas herramientas de siempre en lugar de atreverse y explorar nuevos horizontes.
Si elegiste el plato #2...
- Si te atrae este plato, lo más posible es que seas una persona repleta de energía. Aprovechas cada momento a tope y sacas partido incluso de los problemas. No pierdes mucho tiempo lamentándote por errores o por malas decisiones: pasas al siguiente momento. Fluyes y animas a los demás a dejarse llevar por el corriente de la vida. El optimismo te nutre y te llena. Quizás uno de tus problemas principales es que actúas en ocasiones con mucha impulsividad. Seguramente has comprado muchas cosas que primero creías que iban a ser superimportantes en tu vida, pero en seguida te has arrepentido de la adquisición. Meditar, dedicar tiempo al silencio o a la ausencia de acción, podría ayudarte con ello.