Estás en la nota correcta si quieres descubrir aspectos de tu personalidad. Y es que eso lo conocí al resolver el test visual de aquí. Para sumarte a la prueba, debes contestar una simple pregunta: ¿Cuál es la mariposa que más te gusta? Ojo que solo debes mencionar una de las alternativas que aparecen en la imagen que dejé abajo.
La contestación, como ya te habrás dado cuenta, es sumamente importante. Por lo tanto, asegúrate de no mentir. El engaño te hará perder el tiempo, ya que no te permitirá recibir la información precisa sobre tu forma de ser. ¡Guerra avisada no mata gente! ¡No olvides eso a la hora de participar! La sinceridad es la clave.
Realmente hay muchas mariposas en la imagen del test visual. Seis, para ser exactos. Todas son muy diferentes, así que míralas con atención. No te apresures en dar una respuesta. Nadie te apura. Cuando ya sepas qué contestarás, anda a la sección de resultados. Sobre estos debo recalcarte que si bien son sorprendentes, no poseen validez científica.
Si esta es la mariposa que más te gusta, eres una persona cariñosa, sensible a los sentimientos de quienes te rodean y empática.
Si esta es la mariposa que más te gusta, consideras que lo primordinal es mantener la armonía y la paz. Eres una persona paciente y tranquila.
Si esta es la mariposa que más te gusta, consideras que siempre puedes mejorar las cosas que te rodean. Eres una persona muy cuidadosa y organizada.
Si esta es la mariposa que más te gusta, te esfuerzas bastante para evitar los fracasos. Siempre estás motivado(a) y seguro(a) de ti mismo(a). Eres una persona proactiva.
Si esta es la mariposa que más te gusta, consideras que se debe aprovechar cada oportunidad para vivir experiencias únicas. No te agrada la monotonía.
Si esta es la mariposa que más te gusta, eres una persona creativa, educada y muy sensible. Aprecias bastante los momentos de tranquilidad.
La personalidad se constituye a partir de los 18 años y está influenciada por una maduración biológica y la experiencia social en mayor parte. Todo ello hace que tu forma de ser se constituya, aunque hay algunos rasgos que pueden cambiar con la edad, ya sea hacerse más sólidos, o todo lo contrario.
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